Y cómo olvidar las casetas que continúan en el centro de la ciudad, que congregan también a cientos de personas y ofrecen los platos más suculentos acompañados del ambiente de feria más tradicional.
Unas mañanas de estampas de feria que se repiten en las grandes avenidas que forman el Real: niños ataviados con trajes de gitana o gitano, farolillos, coches de caballos...
Las actividades en el recinto no se hacen esperar y a mediodía ya comienza la fiesta, en la que la comida tradicional es una de las protagonistas, de la mano de las casetas que organizan diferentes cofradías y también de la Caseta Municipal. Jornadas en las que hablar de obligaciones está casi prohibido y lo único importante es disfrutar de un buen ambiente y cómo no, bailar unas sevillanas.
el rincón de la alegría
Se trata de un espacio creado por el Ayuntamiento, que nació el año pasado con la idea de fomentar el buen ambiente en feria, ya que se convierte en lugar de encuentro entre amigos y familiares cada día.
En este espacio se llevan a cabo multitud de actividades, como actuaciones musicales, degustaciones de platos típicos o actuaciones para lo más pequeños.