E ra uno de los estrenos más esperados para la Semana Santa de 2017 pero ha llegado para la del 2018. La cofradía de la Paloma presentó ayer el nuevo trono sobre el que procesionará la dolorosa de Álvarez Duarte el próximo Miércoles Santo. El cofrade Miguel Ángel Blanco, que ha formado parte de la dirección artística de este proyecto, fue el encargado de glosar la pieza. El trono, que sigue un diseño de Jesús Castellanos, conserva las líneas del anterior obra de Pérez Hidalgo enriquecida ornamentalmente con la talla de Hermanos Caballero. El artista malagueño Juan Vega Ortega ha sido el encargado de la imaginería, que responde a un programa iconográfico ideado por la propia cofradía , con un carácter mariano muy marcado y que el propio imaginero ha podido interpretar según su inspiración. Por partes, en el frontal se conserva respecto al anterior trono, se mantiene la presencia de la Virgen de la Paloma de Madrid escoltada por dos arcángeles. A cada lado, los escudos papales de Pío IX, que promulgó el dogma de la Inmaculada Concepción y el de Pío XII, que proclamó la Asunción de la Virgen.
Los laterales del trono están presididos por dos grandes relieves que muestran por un lado la Anunciación y por otro Pentecostés, los episodios más importantes de la Virgen respecto al Espíritu Santo. Ambas piezas están escoltadas respectivamente en el lado izquierdo por dos capillas laterales con San Joaquín y Santa Ana y en el derecho con San José y San Juan Evangelista. El valor añadido de todas estas piezas es que están realizadas con la técnica del estofado, recreando los paños barrocos. Además, en los laterales aparecen ocho tondos, cuatro por cada lado, con escenas de la vida de la Virgen : La Visitación a su prima Isabel, el nacimiento de Jesús, la presentación en el templo, las bodas de Caná, el encuentro con su hijo camino del Calvario, la piedad, la Asunción y su Coronación. Todas estas piezas llevan una policromía amarfilada. Como final 12 querubines recorren el trono en diversas actitudes de llanto, risa o llevando una faraona como guiño a los pequeños nazarenos.
