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Jaén

Remontada del Real Jaén

Los de Salva Ballesta dan la vuelta al resultado en cinco grandes minutos del equipo blanco

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  • Celebración de un gol -

El Real Jaén suma y sigue. El equipo dirigido por Salva Ballesta logró un importantísimo triunfo ante el Huétor Tájar en un encuentro trepidante en el que hubo cinco goles y en el que los blancos dieron la vuelta al resultado en cinco maravillosos minutos del segundo tiempo en el que Pico logró el 2-3. Los jiennenses, que consiguieron su segunda y ansiada victoria a domicilio del curso, tienen el privilegio además de ser los primeros en ganar esta temporada en el Estadio Miguel Moranto.
Los tres puntos cosechados ante el cuadro granadino permiten al Jaén terminar la decimocuarta jornada del campeonato igualado con el Motril, cuarto clasificado y en zona de playoffs, e insufla al cuadro jiennense una dosis de moral tremenda para los siguientes partidos. La gran asignatura pendiente este curso, ganar lejos de La Victoria, se consiguió ayer de la mejor manera y en un escenario donde nadie hasta la fecha había conseguido sacar petróleo. Y eso que el encuentro no comenzó de la mejor manera para los visitantes, que venían de golear el domingo al CD Rincón y sabían de la importancia del choque ante los hueteños. Pese a que fue Juan Carlos el primero en avisar con un lanzamiento desde la frontal que se marchó desviado, fueron los locales quienes asestaron el primero de los múltiples golpes que ofrecería el apasionante combate vivido en tierras granadinas.


Mario, justo después de una gran intervención de Arellano ante Alberto, firmó el 1-0 a los 11 minutos después tras superar con una gran vaselina al cancerbero blanco. No se encontraba excesivamente cómodo el Jaén, que pese a disponer de cierto dominio del balón, se encontraba una y otra vez con un rival bien plantado en defensa que trataba a la contra de marcar el segundo. El empate se resistía una y otra vez y al Huétor le bastaba con poco para tratar de sorprender a Arellano. Migue Montes, Vera, Cervera trataron sin éxito de superar a Buba, que antes del descanso pudo recibir el empate pero que observó desde su posición cómo su equipo casi se marcha a los vestuarios con una renta de dos goles si el remate de Alberto, tras una gran jugada individual por el flanco derecho, no golpea en la madera. Al Jaén le faltaba chispa en los últimos metros frente a un adversario que sin practicar un fútbol muy vistoso, se llevaba el gato al agua tras los primeros 45 minutos.


Sin embargo, todo cambió tras el paso por la caseta. El Jaén saltó el terreno de juego con las ideas más claras, dispuesto a conceder menos a su rival y con ganas de quitarse el lastre que le acompaña en su rol de visitante. No era un cometido sencillo, pero los blancos fueron de menos a más, tirando de coraje y entrega hasta el final. Así, tras un paradón de Buba a un libre directo ejecutado con maestría por Cervera, llegaría el ansiado empate.


Fue en el minuto 54 y fruto de una buena jugada de Migue Montes, que puso en bandeja el tanto a un Juan Carlos que no desaprovechó su oportunidad. Con el 1-1 se desataría la locura en un envite en el que el colegiado llegó a mostrar hasta 15 cartulinas amarillas y en el que el Jaén no se vino abajo en ningún momento. Trató con ahínco de firmar el 1-2, pero Vera no encontró los tres palos. Cuando más convencido estaba de hacerlo, llegó de nuevo el jarro de agua fría en forma de gol en contra.
Fue a falta de 18 minutos cuando el Huétor Tájar, en una jugada de estrategia, situaría el 2-1. Fran Hernández, con un disparo desde la frontal del área tras una falta ejecutada por Manu Daza marcaba un gran gol, pero ni mucho menos iba a ser el decisivo. Y es que la alegría de los granadinos duró cuatro minutos y se evaporó en un total de nueve, los que tardó desde el segundo chicharro panciverde en darle la vuelta al partido el Real Jaén.


Si el 2-1 llegó en el 72’, fue en el 76’ cuando un ataque de los lagartos terminó en un despeje de Buba a la espalda de Quevedo, que anotó el 2-2 en propia. Falta menos de un cuarto de hora para la conclusión pero en el Miguel Moranto daba la sensación de que podía pasar cualquier cosa y lo que ocurrió es que sin tiempo para que el Huétor Tajar reaccionara, Pico firmara un golazo que suponía la remontada blanca en el 79’.


Desde ese momento, los locales se volcaron en busca del empate y el Jaén, tras el gol de Pico y con pala, se sacudió la presión como buenamente pudo. Hubo tiempo incluso de ver un gol anulado a los granadinos por fuera de juego de Manu Daza en un final trepidante que terminó con trifulca entre los futbolistas pero con los tres puntos viajando hasta Jaén en un gran triunfo que permite soñar a lo grande a los hombres de Salva Ballesta.

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