El Málaga CF arropado por su afición logró este domingo el primer triunfo de la temporada ante el Celta de Vigo en el Estadio de la Rosaleda por 2 a 1 en la décima jornada liguera.
Los cánticos de la afición malagueña acompañaron el pitido inicial del encuentro animando a su equipo. La primera oportunidad llegó en el minuto cuatro con una rápida incorporación por la izquierda del Chory Castro que dio un pase de la muerte, al que no Juanpi no llegó a rematar, paseándose el balón por el área.
La posesión era para los visitantes, pero el mayor peligro lo llevaban los jugadores del Málaga a la portería contraria impulsados por La Rosaleda y la necesidad de sumar los tres puntos.
Del tercer córner malaguista llegó de nuevo la dinamita al área de los vigueses con un tiro lejano de Keko y un segundo remate de Rosales en el minuto 15. Pero la pelota salió fuera tras una buena parada de Rubén Blanco.
El Celta tocaba y tocaba en su campo pero no encontraba el camino a la portería que volvió a defender Roberto. Peñaranda, en el 26, realizó una gran jugada personal por la izquierda, regateando a varios rivales y lanzando a puerta: el balón rozó el palo.
Seguían los jugadores de Míchel cercando el área del Celta y avisaban de sus intenciones con disparos lejanos, pero faltaba la precisión, el último toque de suerte, meter el esférico entre los tres palos. El primer susto visitante lo dio Aspas cabeceando un centro de Hugo Mallo por encima del larguero. Respondía el Chory Castro sin suerte.
Antes del descanso
Tuvo que ser al límite del descanso, siendo el golpe psicológico mayor, cuando el Málaga, por medio de Adrián González, inauguró el marcador y despertó la locura en la Estadio de la Rosaleda (1-0). El ‘8’ blanquiazul rescató un balón suelto en el área tras un remate de chilena de Baysse a un saque de falta de Recio.
Se reanudó la segunda parte con un Celta sin ideas ofensivas y un Málaga muy bien plantado, liderado por Peñaranda en ataque.
El partido, tras varias decisiones arbitrales que enrarecieron el ambiente festivo, entró en una dinámica de idas y venidas que hizo a los visitantes llegar al área local con más asiduidad y hacer un gol anulado por fuera de juego.
Los jugadores de Juan Carlos Unzué se activaron y empezaron a ser más verticales, materializando el temido tanto en contra en el minuto 75. Aspas de cabeza salvó la media salida de Roberto enviando el balón dentro de la red rozando el larguero (1-1).
A por la remontada
Llegaron los cambios para el Málaga, que necesitaba más oxígeno para adelantarse otra vez en el marcador. Y llegó la suerte en forma de penalti a favor de los locales. Recio fue el encargado de meter el segundo gol (2-1).
Roberto, en el 88, evitó el empate del Celta con una pierna y el final provocó la algarabía de la afición. Era la primera victoria de la temporada.
