El Partido Socialista se alzó hoy como vencedor en las elecciones municipales de Portugal, marcadas por la fuerte caída en las grandes ciudades del segundo partido del país y líder de la oposición, el Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha).
Los socialistas, que ya se habían alzado hace cuatro años como el partido más votado, consiguieron hoy el 41,3 % de los votos con algo mas del 80 % de los sufragios escrutado.
Además, mantuvieron su principal bastión, la alcaldía de Lisboa, que ostentará por cuatro años más su actual regidor, Fernando Medina, al cosechar más del 40 % de los votos, acariciando así la mayoría absoluta.
Frente a este éxito, la difícil jornada del PSD, que pese a registrar un número similar de votos con respecto a los resultados de 2013 (20,8 %) sufrió una fuerte caída en Lisboa, donde su candidata, Teresa Leal Coelho, acabó en cuarto lugar con un porcentaje de voto que oscila entre el 8 y el 12 %.
Se trata de un resultado que la prensa portuguesa considera "catastrófico", toda vez que el PSD solía ser el segundo partido en este ayuntamiento.
"Asumimos la responsabilidad por este programa, y mantenemos el empeño de trabajar por los lisboetas", dijo la candidata tras consumarse el resultado Leal Coelho, quien descargó de responsabilidades al líder del PSD, Pedro Passos Coelho.
El mal resultado del PSD contrasta con la sorpresa de la jornada en Lisboa, el CDS-PP, el partido más a la derecha del parlamento luso, que se alza como líder de la oposición a los socialistas.
La candidata y presidenta de esta formación, Assunção Cristas, dijo ser consciente de que muchos de los votos conseguidos los recibe de electores nuevos a los que dio la bienvenida y aseguró que no defraudará.
Mientras, en el otro gran foco de interés y segunda ciudad del país, Oporto, se impuso de nuevo el independiente Rui Moreira, que consiguió más del 40 % de los votos, repitiendo así el éxito que ya obtuvo hace cuatro años, cuando se convirtió en la sorpresa de la jornada electoral.
También aquí el PSD constató su retroceso al quedar en tercera posición, con entre el 7,7 y el 11 % de los votos, un resultado inferior en al menos diez puntos al registrado hace cuatro años.
Al margen de los dos grandes partidos portugueses, los comunistas del PCP obtuvieron hoy el 6,81 %, la formación de derechas CDS-PP el 3,34 % y los marxistas del Bloque de Izquierda (BE) un 1,95 %.
Se cumplen así los pronósticos para estos comicios, que comenzaron a las 8.00 hora local (7.00 GMT) en Portugal continental y Madeira, y una hora más tarde en el archipiélago de las Azores, y se desarrollaron sin incidentes de consideración.
Los partidos políticos afrontaban la cita pendientes en primer lugar de la abstención, que ha acabado por registrar una leve mejoría (entre 40 y 47 %) con respecto al récord del 47 % obtenido hace cuatro años.
Por eso, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa y el resto de políticos del país apelaron en todo momento a sus compatriotas para acudir a las urnas para no cometer, dijo el jefe de Estado, "una omisión incomprensible, un descuido imperdonable".
Además de la lucha contra la abstención y el objetivo de sumar más ayuntamientos, los partidos llegaban a esta cita conscientes de la lectura nacional que puede extraerse de ella, especialmente en lo referido a los liderazgos.
Las municipales de hoy, las primeras desde que se formó el Gobierno de Costa, dejan en una posición muy delicada al líder del PSD, el exprimer ministro Pedro Passos Coelho.
Tras los malos resultados en Lisboa y Oporto, las primeras dudas sobre su continuidad comenzaron a propagarse incluso desde su propio partido, como fue el caso de la exlíder del PSD Manuela Ferreira Leite, quien consideró que Passos Coelho "no tiene condiciones" para seguir al frente de la formación.
"Es evidente que el presidente del partido también fue a elecciones", dijo a la cadena TVI.