La creación de la Mesa de la Manzanilla por parte de las bodegas sanluqueñas ha tenido reacción inmediata por parte de la patronal bodeguera Fedejerez, que ha retomado en el Consejo Regulador la propuesta de prohibir la elaboración de fino en Sanlúcar. El punto no estaba incluido en el Pleno del orden del día del pasado martes, pero finalmente se incluyó para dar conocimiento y debatir.
La postura de Fedejerez, defendida por su presidente Evaristo Babé, fue clara. “Llegar hasta donde haga falta” para prohibir a Sanlúcar lo que los bodegueros consideran un “derecho histórico”. El vocal de la Manzanilla en el Consejo, Víctor Vélez, representante de Bodegas Barbadillo, expresó la misma firmeza en defensa de los intereses de las bodegas sanluqueñas, según las fuentes consultadas.
Una lucha histórica
La patronal ya puso sobre la mesa del Pleno del Consejo esta propuesta en 2013. Entonces, la fuerte oposición que provocó el interés de Fedejerez de prohibir el fino a Sanlúcar, hizo que la iniciativa no llegara a debatirse. Se opusieron entonces las organizaciones agrícolas COAG, Asaja y Aecovi, la cooperativa Virgen de la Caridad y el representante de las Bodegas Ruiz Mateos, así como la Asociación de Vinateros de Sanlúcar. Fedejerez podría haber aprobado la propuesta con una mayoría simple, pero “no era forma de sacar adelante un asunto tan importante”, señalaron entonces desde Asaja.
Desde enero de 2016, cuando se dieron de baja en Fedejerez, entre otras, Bodegas Hidalgo La Gitana, Juan Piñero y Sánchez Ayala, las bodegas de Sanlúcar no tienen ninguna representación en la patronal bodeguera. Es más, esta baja se produjo, según explicaron los bodegueros sanluqueños, como consecuencia de las graves acusaciones y denuncias reiteradas por parte del presidente de la entidad jerezana, Evaristo Babé, tanto a través de los medios de comunicación como en la propia sede del Consejo Regulador de las D.O. Jerez-Xérès-Sherry y D.O. Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, a las bodegas sanluqueñas. “En ningún momento la patronal ha solicitado ni tenido en cuenta la opinión de los miembros de Sanlúcar”, explicaban entonces las bodegas, que se adhirieron a la Asociación Profesional de Bodegas Artesanas de Sanlúcar.
En el trasfondo de este enfrentamiento, los bodegueros sanluqueños ven un interés “puramente empresarial”. Fedejerez ampara su propuesta en que sólo se puede defender la singularidad de la Denominación de Origen Manzanilla y su exclusiva crianza en Sanlúcar, si al mismo tiempo se limita la del fino a Jerez y El Puerto, pero el sector en Sanlúcar rechaza que se trate de un asunto de Europa.
Además, el hecho de que la patronal jerezana haya retomado esta iniciativa pocos días después de que, a instancias del único vocal que la Manzanilla tiene en el Consejo Regulador, se haya constituido la Mesa de la Manzanilla como mesa de diálogo en defensa del vino único de Sanlúcar, no se ha interpretado como una casualidad.
La tensión entre Sanlúcar y Jerez vuelve a escenificarse, aunque en esta ocasión sea patente la unión del sector manzanillero para hacer valer sus intereses dentro del Consejo Regulador de la DO y el respaldo de la Junta de Andalucía que avaló con su presencia la constitución de la Mesa de la Manzanilla.