El líder norcoreano, Kim Jong-un, calificó de "gran victoria" la sexta prueba nuclear realizada por su país el pasado domingo y alabó la labor de los funcionarios y expertos que la llevaron a cabo, informó hoy la agencia estatal KCNA.
Durante un banquete celebrado aparentemente este sábado en Pyongyang coincidiendo con el 69 aniversario de la fundación de Corea del Norte, Kim dijo que el ensayo nuclear fue una "gran victoria ganada por el pueblo coreano a costa de su sangre".
El pasado 3 de septiembre, el Ejército norcoreano llevó a cabo su sexto y más potente ensayo nuclear con una bomba de hidrógeno que desató una fuerte condena de la comunidad internacional y ha elevado aún más la tensión en la región.
En las fotografías del evento se ve a Kim Jong-un compartiendo mesa con la plana mayor del régimen como el vicemariscal del ejército Hwang Pyong-so, el vicepresidente del Partido de los Trabajadores, Choe Ryon-hae, y el premier Pak Pong-ju.
Los medios estatales informaron hoy de que también se celebró en el Teatro Nacional de Pyongyang un concierto, al que asistieron el líder y su esposa Ri Sol-ju, en honor de los científicos y militares que estuvieron involucrados en la prueba nuclear.
En las fotografías publicadas en la primera página del diario Rodong Sinmun y la agencia KCNA se puede ver a los asistentes aplaudir con fervor a Kim Jong-un acompañado de dos destacados responsables del programa nuclear del régimen Hong Sung-mu y Ri Hong-sop.
Los medios estatales aprovecharon este sábado las celebraciones del aniversario de la fundación de Corea del Norte para reivindicar su estatus de "nación nuclear invencible".
A través del principal diario norcoreano, Rodong Sinmun, el régimen de Kim-Jong-un defendió que las armas nucleares hacen al país "más seguro" y que Corea del Norte debería seguir desarrollando un arsenal más sofisticado.
EE.UU ha pedido que se realice una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU este lunes con el fin de someter a votación una resolución con "sanciones adicionales" contra Corea del Norte por su última prueba nuclear.
La propuesta incluye la prohibición de vender petróleo a Corea del Norte, las exportaciones de textiles y el veto a los ciudadanos norcoreanos de trabajar en el exterior, lo que supone importantes ingresos para el régimen.