Ahora la idea se retoma ante una mejora “notable” en el sistema, que fue presentado la semana pasada en el hotel Al Ándalus.
La principal ventaja del nuevo carburante, subrayó Morales, es el respeto al medio ambiente, aunque además costará menos, pues la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa y la propia suministradora ofrecen subvenciones y ofertas específicas. El presidente de la asociación mayoritaria del sector estimó que el primer año podría instalar estos equipos un 5% de la flota sevillana, y “en unos cinco o seis años” todos los taxis de Sevilla podrían emplear este gas. En España circulan unos 9.000 taxis a Gas Licuado del Petróleo. Para emplearlo, el taxista debe adquirir un vehículo a gasolina e incorporarle los elementos necesarios para que el motor funcione con GLP. Con ello, el vehículo puede utilizar gas y gasolina.