El Gobierno canadiense quiere que para mediados de 2018 el consumo de marihuana sea legal en el país y para ello presentó hoy un proyecto de ley que regula la producción, distribución y consumo del cannabis.
Las autoridades canadienses también presentaron un segundo proyecto de ley que endurece el castigo a aquellos personas que conducen bajo los efectos de drogas y alcohol, en respuesta al temor de muchos de que la legalización del consumo de marihuana aumentará los peligros en la carretera.
El Gobierno canadiense aseguró hoy al presentar el controvertido proyecto de ley para legalizar la marihuana que no tiene ninguna intención de promover su consumo y que su única intención es reducir los problemas sociales que causa el uso ilegal del cannabis.
"Nos hemos concentrado totalmente en cómo reducir los daños sociales y de salud asociados con el cannabis en su producción, distribución y consumo", afirmó durante una rueda de prensa en Ottawa el diputado Bill Blair, un agente retirado que fue el jefe de la Policía de Toronto.
Blair añadió que el Gobierno canadiense ha estudiado durante más de un año las experiencias de otras jurisdicciones que han legalizado el consumo de marihuana, como Colorado en Estados Unidos, y que su planteamiento está basado en asegurar la salud de la población.
El proyecto de ley cumple la promesa electoral realizada por el primer ministro canadienses, Justin Trudeau, a finales de 2015, cuando se comprometió a despenalizar el consumo de marihuana para proteger a menores y eliminar una fuente de financiación de organizaciones criminales.
Se prevé que el proyecto de ley sea aprobado sin problemas por la Cámara Baja del Parlamento canadiense, ya que el Partido Liberal de Trudeau tiene el control de la mayoría absoluta.
Según el proyecto de ley, los canadienses mayores de 18 años de edad podrán cultivar hasta cuatro plantas de marihuana o comprar cannabis en establecimientos autorizados.
Pero Ottawa también da libertad a las autoridades provinciales del país para que impongan si lo deseen límites superiores para permitir el consumo de marihuana.
Organizaciones médicas, como la asociación de psiquiatras del país, habían solicitado al Gobierno canadiense que estableciese la edad mínima para autorizar el consumo de cannabis en 21 años para evitar daños mientras el cerebro está en proceso formativo.
La cantidad máxima en posesión se establece en 30 gramos de cannabis y aquellas personas que excedan este límite serán multadas en caso de pequeñas cantidades. Pero la distribución o venta ilegal de marihuana estará penalizada con hasta 14 años de prisión.
El proyecto de ley también prohíbe la promoción de marihuana entre jóvenes, la venta a través de máquinas dispensadoras y penaliza la importación de cannabis por turistas que llegan al país.
El Gobierno canadiense también recalcó que, mientras el proyecto de ley no sea aprobado por el Parlamento y entre en vigor, las leyes que penalizan la producción, distribución y consumo de marihuana siguen en vigor.
El ministro de Seguridad Pública de Canadá, Ralph Goodale, declaró hoy durante una rueda de prensa que no permitirá una situación caótica en el país y que "debe haber una transición ordenada".
Pero el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) criticó que potencialmente miles de canadienses puedan ser condenados durante los próximos meses por algo que en poco más de un año será legal.
El NPD también solicitó que el Gobierno conceda perdones a todas aquellas personas que en el pasado han sido condenadas por delitos que el proyecto de ley despenalizará.
El proyecto de ley sobre conducción bajo los efectos de alcohol o drogas hace ilegal conducir un vehículo a motor menos de dos horas después de tener un nivel ilegal de drogas en la sangre.
Dependiendo del nivel de drogas en la sangre y las consecuencias de la conducción ilegal, el castigo varía de una multa de 1.000 dólares a cadena perpetua.