Este plan comenzó en 2005 para frenar la extinción de esta rapaz en Doñana, donde sólo quedaban seis parejas después de que la población bajase desde 1992 al “alarmante” ritmo anual del seis por ciento, según explica a Efe el director del programa de conservación de esta especie de la Junta de Andalucía, Agustín Madero.
Además, la mayor dificultad de supervivencia de las hembras, dado que su mayor peso y envergadura requiere más alimento, causó una disfunción sexual, pues casi el 80% de los pollos que nacían eran machos.
El especialista en rapaces de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) Miguel Ferrer, responsable junto a Madero de este plan de medidas urgentes, destaca a Efe que otro indicador del peligro de extinción inminente del águila imperial en Doñana era que su tasa de fecundidad bajó a solo un pollo por pareja.
Responsables de la Consejería andaluza de Medio Ambiente; científicos del CSIC; personal de Doñana y colaboradores de SEO-Birdlife han frenado estas amenazas desde 2005 y han conseguido que Doñana sume ahora nueve parejas, tres formadas esta primavera, de las que siete se han reproducido este año.
El águila imperial ibérica es una de las mayores rapaces y está considerada la rapaz en mayor peligro de extinción de Europa pues sólo sobreviven unos escasos centenares de ejemplares en la zona meridional de la Península Ibérica.
Precisamente esta semana se ha realizado en el pinar de Marismillas, en el corazón de Doñana, el último marcaje de pollos de la temporada, que ha sido de un macho de poco más de 50 días.
Este pollo fue bajado de su nido, construido en la copa de un pino de más de 15 metros de altura, por especialistas del Espacio Natural de Doñana, en una delicada operación, vigilada desde las alturas por los padres de la rapaz.
Tras ser sometido a análisis sanitarios y marcado con una anilla y con un radio transmisor, el pollo fue devuelto a su nido donde, si todo va bien, comenzará a volar en unas semanas.
Uno de las claves para frenar la extinción del águila imperial en Doñana ha sido reforzar su exigua población con la suelta controlada desde 2005 de trece pollos –la mayoría hembras– traídos de nidos de Sierra Morena, donde su existencia peligraba.
Este reforzamiento ha aumentado la población de Doñana y ha corregido su desviación sexual, que ahora está equilibrada entre machos y hembras.
También se ha reforzado la población de conejo, especie presa de esta rapaz, y se han construido cercados junto a los nidos, donde se mantiene una densidad estable de conejo durante todo el año, con lo que se limitan los vuelos de águilas fuera de Doñana con la consiguiente reducción de envenenamientos o electrocuciones que se producían fuera de este espacio protegido.
Esta disminución de la mortalidad de adultos ha aumentado la edad media de los reproductores y, consiguientemente, la tasa de fertilidad, que ha crecido de 3 a 11,5 pollos al año.
Igualmente, se han mejorado hábitats de nidificación, eliminando obstáculos y árboles peligrosos, se han arreglado nidos y se ha restringido el tránsito de personas y vehículos.
Los responsables de la Junta, CSIC y SEO-Birdlife han considerado finalizada esta actuación urgente, que han valorado como un ejemplo de cooperación entre gestores, científicos y voluntarios, según destacaron el director de Doñana, Juan Carlos Rubio, y el delegado de SEO-Birdlife, José Javier Fernández Aransay.