Sin miedo y sin piedad, la comparsa sevillana viene en plan guerrera con un tipo de lo más peleón y animal, con una representación de un león que lucha y pelea.
La inmigración sirve como crítica al presidente del Gobierno ante la marcha de sus nietos que buscan un mejor futuro.
Si el primero fue a Rajoy, el segundo fue otra vez para Susana Díaz con los problemas sanitarios que dan la vuelta para recuperar el orgullo de los andaluces por Andalucía. Acaban su actuación con un popurrí cuanto menos cargante y complicado de definir. Tal cual.