Nació en la localidad granadina de Motril el 22 de enero de 1960 pero, cuando contaba con sólo dos años, su familia se instaló en Algeciras por lo que se le considera campogibraltareño. Es un gran aficionado e historiador de la Fiesta. Aparte de ser escritor, es también editor de novelas y ensayos. El pasado sábado presentó su última obra titulada José Luís Galloso.
¿Cuántos libros ha escrito?
-Antes de la Biografía de Galloso he escrito cuatro más: “Historia del Toreo en Algeciras I (desde los orígenes a la retirada de “Guerrita”, “Historia del Toreo en Algeciras II (Desde la retirada de “Guerrita” a la implantación del peto”, Historia del Toreo en Algeciras III (Desde la implantación del peto a la retirada de Pepe L. Vazquez), y la biografía del matador Carlos Corbacho.
Actualmente estoy realizando un sexto que trata sobre la historia del matador puertorealeño “Mondeño”.
¿Qué ha supuesto para usted escribir la biografía de Galloso?
-Desde que vi a Galloso por primera vez de novillero en Algeciras, siempre ha sido un torero por el que siento gran admiración.
Para mí ha sido todo un placer ya que me encanta realizar trabajos de investigación, aparte también he contado con la total colaboración del maestro, y debo agradecer también la ayuda que me han prestado su mozo de espada Paco Ragel, José L. Muñoz (Presidente de la Peña Museo “J.L. Galloso”) y del secretario de la misma José A. Terrada.
¿De dónde le viene su afición a los toros?
-Desde mi infancia, con cinco años ya iba con mi padre a la antigua plaza de Algeciras llamada “La Perseverancia”.
Tengo grandes recuerdos de aquella época, uno de ellos fue que Diego Puerta me tiró una oreja de un Pablo Romero con el que estuvo “hecho un tío”.
A pesar de que usted perdiera la visión en su juventud, ¿sigue yendo a la plaza?
-Nunca he dejado de ir. Un invidente tiene un “don” que es sentir sensaciones que una persona con visión no puede percibir. Es como cuando al disfrutar del arte de un cantaor flamenco le da a uno un “pellizcazo”.
Cuando escucho una ovación y al público enardecido sé que se está produciendo algo importante en el ruedo, y cuando se oyen pitos es todo lo contrario.
Pero lo que verdaderamente me gusta son los silencios, pues es donde tengo que poner mi mente a funcionar para saber lo que en realidad está sucediendo, ayudándome en los “flashes” que guardo de los festejos que pude presenciar antes de perder la visión.
¿Cómo se sintió en la presentación de su libro?
-Sentí el cariño y el aprecio de las personas que se deiron cita en el magnífico marco de la Peña Museo “José L. Galloso”. Además este Museo es el “Templo del Gallosismo” y en él se respira torería, no en vano aquí está recogida toda la trayectoria del maestro, que ilustra y da fe a su biografía.
