Portuense y ama de casa. Realizó sus estudios en el Instituto Pedro Muñoz Seca y desde siempre fue muy apasionada al flamenco. Estuvo bailando muchos años en la Academia de baile de Juan Conejo hasta que montó la suya propia. Luego se casó y tuvo tres hijos: Aurelio, Juanmi y Rocio. Es cofrade y camarista de Nuestra Señora de la Soledad.
Loli, ¿cómo entraste en el mundo de la Semana Santa?
-Llegué de la mano de mi hermano y así conocí lo que es la Hermandad. A partir de ahí toda mi familia entró a formar parte activa en ella.
Me integré mucho y desde hace ocho años tengo la suerte de ser camarista de Nuestra Señora de la Soledad. He de reconocer que lo que más me atrajo de la Soledad es su cara, la cara de una madre que se resigna y llora por la muerte de su hijo. Me transmite mucho.
Actualmente para mí son un grupo de amigos que me cuidan y me tratan de maravilla.
¿Qué te supone ayudar a David Calleja en el cambio de vestimenta de la imagen?
-Como ya dije, es un verdadero privilegio ayudar a David a cambiar a “La Soledad”; es una gran persona que siempre pone todo su empeño e interés en que todo salga de maravilla. Me hace partícipe y es algo que me da vida. Me siento útil y me transmite una paz y una fuerza que me ayudan a asimilar mis dificultades de otra manera, siempre hay que pensar que hay gente que está peor que tú.
Cuido de sus enseres, le preparo su ropa, sus joyas y los alfileres para que David lo tenga todo listo cuando llegue y empiece a vestirla.
Me gusta tenerla y sentirla cerca, y si es rodeada del encanto y el ambiente de tranquilidad que se respira dentro del Convento de las Concepcionistas mucho más, tiene algo especial. Allí se respira paz y da una intimidad que ayuda al recogimiento y al rezo. Las hermanas son personas extraordinarias, un placer el haberlas conocido, seguiré visitándolas aunque no se encuentre en su capilla la Hermandad.
¿Qué te ha supuesto el Aniversario que ha vivido este año la cofradía?
-Estamos muy contentos y todo ha transcurrido con mucha sobriedad y elegancia por parte de todos los hermanos y fieles. Hemos tenido muy buena acogida en el convento y nos iremos con mucha pena. Dentro de poco será el traslado y también el concierto donde se presentará la marcha dedicada a nuestra titular.
¿Cómo te gustaría que finalizara este aniversario?
-Me encantaría que la Soledad fuese la primera dolorosa coronada canónicamente de la ciudad.
Ella es merecedora sin duda de esa distinción, es una demanda de todos los cofrades de la ciudad y refrendada en cada uno de los pregones que año a año anuncian la Semana Santa.
También me gustaría añadir que todos los meses ayudamos a asociaciones y a familias. Es por lo que pido desde aquí colaboración a todos, para que con muchos granitos de arena hagamos una montaña de ayuda. Muchas gracias.