Con total seguridad, a todavía perdura en la memoria del actual entrenador del Betis, aquel tanto de Alberto Bueno tras el error garrafal de Jordi Figueras, que supuso el empate del Rayo Vallecano y posteriormente, el cese como técnico verdiblanco de Pepe Mel al frente del equipo de las trece barras.
El peor final posible para el preparador madrileño que en suma, desencadenó una serie de acontecimientos negativos en el club verdiblanco a nivel deportivo e institucional que acabó llevando al conjunto de Heliópolis a la Segunda División del fútbol español.
Una de las mayores y nefastas manchas negras de la historia del beticismo, fraguadas por la paupérrima planificación deportiva de Vlada Stosic en la contratación de los fichajes y la nula gestión por parte del propio Mel a lo largo de la campaña hasta que fue destituido.
Además, en términos globales, el Rayo Vallecano no es precisamente un rival asequible y contra el que el Betis de Mel suela sacar buenos resultados; tanto jugando de local, como sobre todo, cuando toca desplazarse a Madrid para jugar en terreno ‘bukanero’.
Tan solo una vez, aquel 31 de octubre de 2010, el cuadro bético entrenado por Mel ganó al conjunto vallecano; curiosamente ocho meses después de que dejase de ser técnico rayista.
En aquel encuentro, disputado en el Benito Villamarín, su equipo ganó por el resultado de 4-0, con tantos de Beñat, Emana, Rubén Castro y Javi Fuego en propia puerta.
Tras la citada victoria, Pepe Mel no ha vuelto a saborear el triunfo frente al Rayo con el Betis, tras disputar seis partidos, tres de ellos en Vallecas.
Una maldición está pesando además sobre los béticos, pues el último triunfo verdiblanco en Vallecas data del curso 1999/2000 (1-3). Una de las siete ocasiones en la que los heliopolitanos se han alzado con los tres puntos en sus 18 visitas oficiales, más cuatro empates y otras siete derrotas verdiblancas.
