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Fátima Gálvez: "No quiero creérmelo para seguir cosechando éxitos"

Fátima Gálvez se refugia ya en la rutina diaria de sus entrenamientos en el campo de tiro de Las Gabias (Granada) tras diez días muy intensos entre homenajes y felicitaciones, todo ello después de ganar su primer oro mundial, un hito que prefiere no creérselo para "continuar trabajando"

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  • Fátima Gálvez. -

Fátima Gálvez se refugia ya en la rutina diaria de sus entrenamientos en el campo de tiro de Las Gabias (Granada) tras diez días muy intensos entre homenajes y felicitaciones, todo ello después de ganar su primer oro mundial, un hito que prefiere no creérselo para "continuar trabajando".

"Sé que soy campeona del mundo porque tengo esta medalla en mis manos. No quiero creérmelo para seguir cosechando éxitos. Sí que es verdad que es un premio muy importante el que he conseguido, pero tengo que asimilarlo poco a poco, porque no te puedes subir a la nube tan rápido", ha subrayado Fátima Gálvez en una entrevista con Efe.

La tiradora de Baena (Córdoba) ha recalcado que "a vista de un año están los Juegos Olímpicos" de Río, para los que ya tiene su plaza asegurada, "además de muchos más campeonatos" en los que quiere participar, de manera que "hay que tener los pies en la tierra" para así "poder asimilar" ese título mundial que logró en Lonato (Italia).

Además del tiro, su otra pasión es la Semana Santa, de ahí que se confiese "muy devota" de la Hermandad de Andas y Palios de la primera cuadrilla de Nuestro Padre Jesús de su localidad natal.

La campeona del mundo no sólo procesiona con su hermandad, sino que la pasada semana, en el día del Señor de Baena, también se metió debajo del palio para pasearlo por las calles de su pueblo.

"No lo quiero llamar promesa porque es una pasión y lo hago con mucho gusto siempre que puedo", ha afirmado Fátima Gálvez.

Eso ya queda atrás, porque esta enfermera de formación ha vuelto a su día a día en Granada, donde en cada jornada son más de seis horas las que pasa en el campo de tiro de Las Gabias entrenando entre aficionados y cazadores, a los que quiere como a su familia.

La campeona del mundo no tiene un patrocinador principal al margen de la beca ADO o las ayudas del Ayuntamiento de Baena y de la Diputación de Córdoba, pero ella es pertinaz en sus entrenamientos, entre otras razones porque "la temporada no ha terminado".

La próxima semana disputará en Valencia el Campeonato de España por autonomías al formado Andalucía uno de los pocos equipos mixtos, ya que Fátima Gálvez es la número uno del ránking andaluz computando chicos y chicas, algo que para ella representa "una satisfacción" porque así "se apuesta por las chicas para participar en este tipo de campeonatos".

Posteriormente, a mediados de octubre, llegará la última competición del año, una prueba "importante" porque se trata de la final de la Copa del Mundo que se celebrará en Nicosia (Chipre), a la que sólo acceden las doce mejores del mundo.

"Tengo una espina clavada porque en las anteriores en las que competí nunca pude meterme en la final", ha recordado Gálvez, cuyo primer objetivo es superar la criba que situará a las seis mejores tiradoras en la lucha por "una de esas preciosas copas de cristal" que otorgan a las que suben al podio, para así poner broche de oro a un 2015 que será inolvidable para la baenense.

Su reto, lograr dos medallas más para cerrar un año en el que su nuevo entrenador, el italiano Luca di Mare, "marcó un antes y un después" por lo que le ha aportado a "nivel técnico y tranquilidad".

Además, Fátima no quiso olvidarse de Alfonso Herrera, el antropólogo que llegó a su vida hace un par de años y que para ella, "más que un agente", le supone "un apoyo psicológico".

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