Nunca comenzó tan mal, al menos en la actual Liga concebida y denominada como la de los tres puntos. Es decir, el Sevilla ha cuajado su peor inicio liguero desde la temporada 1995/1996.
Con dos puntos en el zurrón, tras dos empates y dos derrotas en cuatro jornadas, los de Unai Emery comienzan el campeonato doméstico como colistas, un hecho que nunca había ocurrido hasta la fecha. Y es que el técnico vasco ha batido el peor registro del Sevilla en un inicio liguero tras el registrado hace ahora dos campañas cuando el propio Emery inició la Liga también con dos puntos, aunque por entonces ocupaba el decimonoveno puesto.
Ningún otro entrenador sevillista ha puntuado menos en las cuatro primeras jornadas que el de Hondarribia. Con Camacho en la 1996/1997 sumaba tres puntos y era antepenúltimo en la tabla y en la 1999/2000, misma puntuación y también antepenúltimo con Marcos Alonso en el banquillo. Curiosamente, en ambas temporadas se consumió el descenso a Segunda. Sólo en la 2002/2003, con Caparrós al frente, sumó igual y mantuvo la categoría.
Cabe reseñar que los inicios ligueros del Sevilla, en global, no han sido precisamente boyantes. Por ejemplo, en estas últimas veinte temporadas nunca comenzó con un pleno de victorias. Sólo en 2006, 2009 y 2014 obtuvo tres triunfos y, curiosamente, en esta última campaña con Emery en los mandos técnicos, se logró la mejor puntuación en un arranque de competición (10 puntos). Es decir, el vasco tiene la dicha de ser el peor entrenador en un comienzo liguero, pero a la vez también puede presumir de ser el que más puntos sacó tras cuatro enfrentamientos.
Críticas y problemas
Es una dicha del fútbol. Cuando la pelotita no entra llegan los problemas. Y es que tras un verano de felicidad en el seno del club, con un nuevo trofeo europeo en las vitrinas, una planificación sobre el papel ilusionante y la remodelación de un estadio que gusta a la parroquia nervionense, la afición no perdona que este Sevilla sea último en la tabla. El domingo hubo una importante pitada tanto a los jugadores tras caer ante el Celta y de no remontar el vuelo mañana ante Las Palmas, el sábado podría mascarse la tensión frente al Rayo en casa.
