Es un joven portuense de 27 años de edad que se encuentra finalizando sus estudios de Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico en la capital italiana. Pertenece a la Parroquia del Carmen y San Marcos de la ciudad y cuando se encuentra por la provincia, siempre acude a ésta. Últimamente también ha estado ayudando en poblaciones como El Torno y San Isidro del Guadalete.
¿Cómo decidiste ordenarte como sacerdote?
-Pues estoy desde muy pequeño vinculado con la Parroquia, mi madre era profesora de la guardería que había en el patio de la iglesia. Me bautizó el que fue el primer obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez D. Rafael Bellido Caro y ya él, les comentó a mis padres que este niño sería cura en un futuro. Estuve ayudando en San Marcos desde los diez años hasta que falleció D. Ramón y soy hermano de la Hermandad de la Borriquita.
Estuve en el Seminario Redemptoris Mater en Madrid durante tres años. Este seminario está destinado a formar misioneros. Casi en el tercer año, decidí que esa no era mi vocación, prefería la ayuda directa y el trabajo en las parroquias de la Diócesis, por lo que me vine al Seminario de Jerez de la Frontera.
¿Por qué fuiste a estudiar a Roma? ¿Qué te parece que haya sido declarado el primer templo de la ciudad como Basílica Menor?
-Pues nosotros debemos obediencia al obispo y éste, tras ordenarme sacerdote, decidió que me fuera estudiar a Roma.
Me parece estupendo que haya sido declarada como Basílica Menor de Nuestra Señora de los Milagros Coronada, la Iglesia Mayor Prioral, tras haber sido nombrada también el año pasado como Santuario Mariano Diocesano. La Patrona de la ciudad tiene mucha devoción tanto en El Puerto como en toda la provincia; siempre que me desplazo por alguna ciudad y saben que soy de aquí, me hacen referencia a ella.
¿Qué te parecen las hermandades de la ciudad?
-Pues El Puerto de Santa María se encuentra a caballo entre Jerez de la Frontera y Cádiz, y de ahí, que sea una poco atípico y se dividida la población entre la Semana Santa y el mundo del carnaval. Noto como la religiosidad popular crece al igual que el respeto. La Semana Mayor evoluciona poco a poco, y este año hemos conseguido que se creen dos nuevas agrupaciones.
En cuanto a tu vida religiosa, ¿cómo han sido tus comienzos?
-Pues como dije anteriormente, todo comenzó en San Marcos, es allí donde me he criado.
Allí es donde me bauticé, donde hice mi primera comunión y también es donde celebré mi primera eucaristía.
Prediqué mi primer triduo, cómo no, a Nuestra Señora del Carmen, titular de mi querida parroquia.
También lo he hecho en la Hermandad del Resucitado de Sanlúcar de Barrameda.
Siendo sacerdote y de la ciudad, era raro que no me hiciera esclavo de la Patrona, por lo que decidí ser uno más dentro de la esclavitud.
He tenido una gran labor pastoral con un grupo joven de la Parroquia de Las Nieves.
Hicimos un viaje a Colonia para visitar la tumba de los Reyes Magos y también fuimos a una comunidad que radica en Taizé (Francia).
He predicado y trabajado en La Milagrosa, en el Espíritu Santo y en la Hermandad del Soberano Poder de Jerez de la Frontera. n
