La opinión pública y la atención mediática han fijado sus focos sobre la Real Maestranza de Caballería de Ronda estas semanas. De ello hablamos con el director general de la institución, Ignacio Herrera, quien niega que exista ninguna corriente de opinión contra la entidad y defiende el trabajo que se desarrolla en ella.
¿Cómo define la vinculación de la Maestranza con la ciudad?
—Existe una relación estupenda. Creo que nunca ha habido un encuentro tan directo entre la ciudadanía de Ronda y la Real Maestranza, y me baso principalmente en la concesión de premios y becas que da la Maestranza, cada vez más numerosos, y que promocionan las capacidades de estudiantes brillantes de Ronda. Los padres rondeños y de la Serranía aprecian mucho esta confianza y lealtad hacia el esfuerzo, que con rigor durante 15 años ha mantenido la Maestranza con la ciudadanía de Ronda. En la parte que relaciona a la Maestranza con el ámbito académico y cultural, estamos colaborando en estos momentos con el Instituto de Historia de Ronda y la Serranía para su presentación y el lanzamiento de su primer congreso, con un conjunto de actividades puramente locales que van a brindar un nuevo horizonte a los proyectos de investigación de Ronda y la Serranía. E incluiría por último nuestra relación con el ámbito asistencial; la Maestranza ayuda, sin hacer alardes, al sector benéfico asistencial, y estamos muy satisfechos de colaborar en proyectos de organizaciones como las Hermanitas de los Pobres o Proyecto Hombre, un compromiso al que anualmente destinamos entre 30.000 y 35.000 euros, una cantidad importante, a nuestro juicio.
¿Cómo han asistido a la polémica por el festival solidario a favor de las Hermanitas de los pobres?
—El papel que hemos jugado es el que nos han dejado. Han organizado una fiesta en nuestra casa sin habérnoslo dicho. Aún así hemos atendido la propuesta de las Hermanitas, y yo personalmente expliqué a la madre superiora la inviabilidad de un proyecto del que únicamente recibimos diez páginas que detallan la ilusión por algo que se basa únicamente en la cesión de la plaza, pero nada más que en eso; con muchos dimes y diretes, pero sin que se detallen otras garantías. Como sabe, la Maestranza trabaja en exclusiva con la empresa Tazdevil, a la que exigimos el máximo rigor en el cartel; la tauromaquia en la Maestranza no son corridas circunstanciales, sino lo que estamos intentando hacer con la goyesca: tener una corrida de referencia. Ha sido un poco sorprendente que haya habido todo un dispositivo mediático frente a nuestra respuesta; parece que alguien no está contento y quiere seguir exprimiendo el tema de las Hermanitas de los Pobres, lo que roza lo inmoral desde mi particular punto de vista. Creo que las Hermanitas, que tienen un problema estructural por la falta de vocaciones, necesitan un planteamiento diferente; debemos solidarizarnos con ellas colaborando directamente, sin intermediación alguna, y es por ello que hago una llamada a los rondeños para que contribuyan, sin esperar a ningún circo, festival taurino o nada que se le parezca. Estamos hablando de una cuestión se solidaridad.
¿Les apena el debate en torno al papel que juega la institución que representa?
—No nos apena. Intentamos vivir en la realidad, y la realidad es no dejarnos llevar por las tentaciones de la actualidad.
Fueron noticia también por la propuesta de Los Verdes en torno a la gestión de la plaza…
—Este mismo debate se repitió hace unos años, y antes se volvió a repetir… Es un debate cíclico; un recurso para fomentar unos debates que obedecen a intereses puntuales. Las elecciones están cerca.
¿Por qué quieren ampliar el centro ecuestre de los Baños Árabes?
—Queremos tener más alumnos, más actividad ecuestre y conseguir que Ronda tenga un espacio donde se pueda competir. Queremos que Ronda pueda ser un lugar de atracción también en este ámbito. Ese es el sentido de la responsabilidad de la Maestranza con ronda.
¿Cómo va la reforma de sus instalaciones junto a la Plaza de Toros?
—Las obras las terminaremos a mediados o finales de marzo. Hemos realizado la reparación y ampliación de los corrales y el picadero. Se han realizado porque desde hace tiempo pretendemos que el contenido que ofrece la Maestranza sea de atractivo internacional; queremos que los visitantes perciban la grandeza de la ciudad de Ronda a través del recinto de la Real Maestranza, en un tiempo en que hay mucha competencia.
Hace días se conoció que han comprado el archivo de Cuso. ¿Cómo tomaron la decisión?
—Para nosotros el archivo Cuso es paradigmático; es un fondo documental de gran valor, una crónica gráfica de la ciudad que no podíamos permitir que se perdiera o saliera de Ronda, porque nos sentimos muy responsables con la ciudad. Nuestro sentido de la responsabilidad respecto al legado histórico es total, e intentamos participar, intervenir y adelantarnos a esas necesidades que tiene la gestión del patrimonio.
Gracias por atendernos...
—Gracias a ustedes.