Un año más el Día de la Paz y No violencia se ha conmemorado en los centros educativos portuenses en el pasado viernes.
La jornada fue aprovechada por la comunidad educativa para reivindicar un mundo libre de violencia, con la participación e implicación de los estudiantes de todas las etapas. Este fue caso del colegio de Educación Infantil y Primaria Cristóbal Colón, que desplazaba a todo su alumnado y profesorado hasta el edificio San Luis en cuyo salón disfrutaron de una proyección audiovisual.
La teniente de alcalde delegada de Educación, María Antonia Martínez, pudo darles la bienvenida agradeciendo que “los centros educativos de la ciudad no pasen por alto esta fecha tan importante”.
Los escolares compartieron la película de animación “Mi vecino Totoro” del reconocido director Hayao Miyazaki (Tokio). La historia narra la experiencia de dos niñas cuya madre está hospitalizada. Y a pesar de la situación adversa, a través de la inocencia infantil, sus protagonistas serán capaces de sobreponerse. Desde hace aproximadamente un mes este centro venía tratando en las aulas la figura y obra de este creador japonés, trabajando con los escolares los valores que se promueven en sus trabajos y que son inherentes a la paz, como la solidaridad, el respeto, el medio ambiente y el sentido de la responsabilidad, entre muchos otros.
También SAFA San Luis celebró este día. La actividad central giró en torno al lema de este curso que da hilazón a todas las actividades: “Mira de nuevo”. Dentro del Plan de Lectura, apareció en algunas aulas El Hombrecillo Blanco, que buscaba noticias de paz y de concordia. Terminó la jornada con un acto común en el patio central del colegio de los jesuitas, con la tradicional suelta de palomas.
Por su parte, el Instituto Santo Domingo conmemoró el Día de la Paz tras una intensa semana en la que los alumnos estuvieron trabajando sobre la necesidad de tomar conciencia de la importancia del tema, dirigidos por el coordinador del programa educativo “Escuela Espacio de Paz”, D. Rubén Márquez, y el orientador del centro, D. Francisco Luque.
Así, el mismo viernes 30 de enero tuvo lugar en el claustro la lectura de un manifiesto en el que se recogía la necesidad de que todos contribuyamos en nuestro ámbito de acción a mejorar la convivencia, a la vez que se denunciaba la existencia de numerosos conflictos bélicos no resueltos.