Al menos 20 personas murieron y 45 resultaron heridas, la mayoría niños y mujeres, por el impacto de un misil durante la celebración de una boda en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, informó hoy a Efe una fuente oficial.
La caída del misil se produjo a última hora de la tarde de ayer cuando los asistentes a la fiesta celebraban el primero de los dos días de la boda, destinado sobre todo a mujeres, en el distrito de Sangin, afirmó el portavoz del gobernador provincial, Omar Zwak.
El portavoz aseguró que entre los heridos, que fueron trasladados a un hospital de Lashkarga, la capital provincial, había 22 niños y 20 mujeres, "algunos en situación crítica", y aunque no pudo dar detalles sobre los fallecidos al haber sido enterrados de inmediato, dijo que las proporciones eran similares.
Zwak reveló que testigos presenciales aseguraron que varios misiles fueron lanzados por las fuerzas de seguridad afganas, pero no pudo confirmar ese extremo y añadió que un equipo de investigación se ha trasladado a la zona para aclarar lo sucedido.
Sin embargo, un alto mando de la Policía de Helmand, Ghulam Sakhi Ghafoori, aclaró a Efe que la zona del suceso está bajo control de los talibanes, donde los últimos cuatro meses se han registrado fuertes choques entre los insurgentes y el Ejército, por lo que el equipo de investigación tendrá que ponerse en contacto con testigos desde el área más cercana controlada por el Gobierno.
Un portavoz talibán, Yosuf Ahmadi, corroboró la versión de los testigos a través de su cuenta de Twitter, al afirmar que "los misiles fueron lanzados por las fuerzas de seguridad y lo condenamos", y añadió más tarde en un comunicado que en el lugar se celebraba el casamiento de un hijo de un líder tribal.
"Ocho mujeres y doce niños fueron asesinados y 62 más resultaron heridos. Algunos cadáveres todavía permanecen bajo los escombros de la casa destruida", detalló Ahmadi.
A comienzos de diciembre cuatro personas murieron y otras trece resultaron heridas tras un ataque con granada por un grupo de desconocidos durante otra boda en la provincia septentrional afgana de Balkh.
Afganistán atraviesa uno de los momentos más complicados desde la invasión de Estados Unidos y el final del régimen talibán hace trece años, con un aumento en los últimos meses de los ataques insurgentes y el número de civiles afectados.
El total de víctimas civiles en el conflicto afgano aumentó en 2014 un 19 % con respecto a 2013, con 3.188 muertos y 6.429 heridos, según datos facilitados por la ONU.