251, 252 y 253 goles. El argentino Leo Messi ha reescrito los libros de historia del fútbol español y con un triplete ha conducido a su equipo a la goleada ante el Sevilla (5-1) en un partido que quedará para siempre, porque ha servido al delantero para convertirse en el máximo goleador de la historia de la Liga batiendo la marca de Telmo Zarra vigente desde 1955.
En la semana en la que Messi parecía contrariado y había realizado unas declaraciones en la concentración de la selección albiceleste en las que dudaba sobre su eterna fidelidad azulgrana, el argentino demostró que donde mejor se expresa es en el campo.
Igualó el récord con un magistral gol de falta en el primer tiempo, lo superó tras cerrar un contragolpe de Neymar y lo dejó momentáneamente en 253 con un disparo seco.
El parón liguero le ha servido al Barça para mejorar conceptos. Luis Enrique, que hasta ha trabajado psicológicamente con sus jugadores con vídeos motivacionales, ha colocado mejor a sus hombres.
Más presión, más continuidad y Messi. Un fútbol directo y también más controlado. Las líneas más juntas. En la primera parte, el Barça jugó a buen nivel, marcó un gol, pero pudo decidir el partido frente a un rival reservón, que llegó una sola vez a la meta de Claudio Bravo y nunca se creyó con opciones de plantar cara.
Recuperó Luis Enrique a Gerard Piqué, que no jugó en los últimos tres partidos, y el fútbol del Barça fluyó mucho mejor desde atrás. Los laterales entraron como puñales, Xavi volvió a ejercer de maestro de ceremonias y delante, el trío Messi-Luis Suárez-Neymar buscó siempre el desequilibrio.
Durante muchos minutos desapareció esa sensación de incertidumbre existente en el juego del equipo, la misma que le llevó a perder en el último partido en casa ante el Celta o en una deprimente primera mitad en Almería.
Este sábado, el Barça jugó a otra cosa. En ataque se movió por el impulso de Luis Suárez, la clase de Messi y la elasticidad de Neymar, pero quien marcaba la pauta era Xavi.
El Sevilla, mientras tanto, intentaba cortar las vías de agua y apenas disponía del balón. Antes del 1-0, el Barça llegó por medio de un remate de Messi y de una combinación entre Xavi y Suárez a la que no llegó el uruguayo.
El Camp Nou estalló con el 1-0. No era un gol cualquiera, le sirvió a Messi para igualar (251) el récord de tantos de la Liga en poder de Telmo Zarra desde los años cincuenta.
En el minuto 21, cerca de la media luna del área, el argentino acarició el balón, el esférico aceleró en el aire, Beto vio tarde la acción y las desesperadas miradas de los componentes de la barrera certificaron la obra de arte de Messi.
Hasta el final del primer tiempo, el Barça impuso su juego combinativo, aunque sin demasiada continuidad. Jugó a trompicones el equipo azulgrana, pero cuando llegaba creó suficientes ocasiones como para decidir el partido.
La tuvo Rakitic (min.34) y especialmente Alba, uno de los destacados del primer tiempo, y Neymar. El brasileño, en el minuto 45, recibió un pase filtrado de Alves y Beto salvó el 2-0.
Pero todo cambió en la primera acción del segundo tiempo. Un centro de Vitolo desde la derecha acabó en la red impulsado por Jordi Alba. Sin rematar a puerta, el Sevilla había equilibrado sorprendentemente el partido (1-1).
La suerte para el Barça es que reaccionó de manera inmediata. Una falta botada por Xavi fue rematada por Neymar de cabeza (2-1, min. 49). Los sevillistas protestaron la acción al entender que el brasileño se había deshecho de Pareja en falta.
Durante unos minutos, el Barça volvió a las andadas. Se partió en dos el equipo azulgrana, con sus líneas cada vez más inconexas, y Unay Emery decidió que era el momento para arriesgar.
A media hora para el final, puso en juego el Sevilla a Gameiro y a Deulofeu. Eran los mejores minutos de los hispalenses, pero en una contra el Barça remató el partido.
Fue en una acción de Luis Suárez por la derecha que sirvió en bandeja el gol para Rakitic. Esperó el uruguayo el momento oportuno, no tenía línea de pase sobre Neymar ni tampoco pudo habilitar a Messi. El 3-1 serenó a los azulgranas y el Sevilla adelantó sus líneas. A la contra, los barcelonistas se sintieron comodísimos.
Y así llegó el 4-1 y el récord de Messi. En un contragolpe iniciado por Neymar y finalizado por el argentino. Aún redondeó su cuenta Leo con el 5-1, después de otra combinación con el brasileño.
Necesitado de autoestima, el Barça se dio un homenaje y Messi recuperó su sonrisa después de ser manteado por sus compañeros tras batir el récord. Leo se llevó el balón, por su triplete y por el récord. Vuelve a sonreír.
- Ficha técnica
5 - FC Barcelona: Bravo; Alves, Mathieu, Piqué, Alba (Adriano, min.81); Busquets, Xavi (Rafinha, min.77), Rakitic; Suárez (Pedro, min.74), Messi y Neymar.
1 - Sevilla FC: Beto; Coke, Pareja, Carriço, Fagueira; Banega, Krychowiak; Aleix Vidal (Deulofeu, min. 60), Denis (Gameiro, min.60), Vitolo; y Bacca (Iago Aspas, min. 74).
Goles: 1-0, min. 21: Messi. 1-1, min. 47: Alba, en propia puerta. 2-1, min. 49: Neymar. 3-1, min.66: Rakitic. 4-1, min.72: Messi. 5-1, min.78: Messi.
Árbitro: Martínez Munuera (comité valenciano). Mostró cartulina amarilla a Coke (min. 26), Pareja (min.48) y Mathieu (min.56).
Incidencias: 78.283 espectadores en partido correspondiente a la duodécima jornada disputado en el Camp Nou.