El veredicto sobre el expresidente de Egipto Hosni Mubarak sobre su papel en la matanza de manifestantes durante la revolución egipcia, ha sido aplazado al 29 de noviembre, según ha dictaminado este sábado el tribunal egipcio en el que está siendo juzgado el derrocado mandatario.
En la sesión, el juez ha informado de que no ha concluído la revisión de las pruebas presentadas por parte del tribunal y la fiscalía, que ocupan unas 160.000 páginas. Mientras, en una pantalla colocada en la sala se podían ver miles de documentos del caso amontonados en carpetas y atados con cuerdas.
Mubarak y otros siete altos cargos están acusados de ordenar el asesinato de más de 800 manifestantes, de fomentar el caos y provocar un vacío de seguridad durante los 18 días que duró la revuelta que culminó con su derrocamiento. Tanto el expresidente como el resto de imputados niegan los cargos.
Mubarak, de 86 años, llegó al tribunal en un helicóptero medicalizado y custodiado por un importante contingente policial fuertemente armado. Ha presenciado la vista junto a otros acusados en una gran celda instalada en la sala, instalada en la Academia de Policía de El Cairo.
Mientras, fuera, simpatizantes de Mubarak han manifestado su apoyo con fotografías y coreando consignas a favor de su puesta en libertad. También se ha podido ver a familiares de los fallecidos por la represión de las fuerzas de seguridad durante la revuelta.
"Este aplazamiento es un paso previo para la absolución de Mubarak", se ha lamentado la madre de uno de los fallecidos durante las protestas.
En 2012 Mubarak ya fue condenado a cadena perpetua por esta misma causa, pero un tribunal de apelación ordenó después la repetición del juicio.