El presidente de EE.UU., Barack Obama, partió hoy de Manila en un vuelo hacia Washington tras dos días de visita oficial a Filipinas, que pone fin a su gira asiática en la que visitó además Japón, Corea del Sur y Malasia.
Una delegación del Gobierno filipino, entre los que se encontraban el vicepresidente, Jejomar Binay, y el ministro de Interior, Mar Roxas, acudieron al Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino para despedirse del mandatario norteamericano.
Obama embarcó en el avión presidencial, el Air Force One, a las 11.16 hora local (03.16 GMT), que despegó diez minutos después.
Antes de emprender vuelo hacia los Estados Unidos, Obama pronunció un discurso ante cientos de soldados filipinos y estadounidenses, en el que afianzó públicamente la alianza entre Washington y Manila y aseguró que su Gobierno jamás dejará solo a un aliado ante una amenaza exterior.
El mandatario norteamericano aterrizó ayer en Manila pocas horas después de que el Gobierno estadounidense y el filipino firmaran un acuerdo de diez años de duración de cooperación militar que contempla una mayor presencia de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en Filipinas.
Filipinas es la cuarta y última escala de la gira asiática de Obama, que en seis días le ha llevado también a Japón, Corea del Sur y Malasia, donde ha abordado la seguridad marítima en la región, sometida a las tensiones con China, así como las amenazas de Corea del Norte y, también, la crisis en Ucrania.
El líder estadounidense tenía previsto llevar a cabo la gira el pasado mes de octubre, que tuvo que cancelar debido a la crisis generada por el cierre parcial de la Administración federal, causado por la falta de acuerdo en el Congreso para financiar el funcionamiento del Gobierno de EE.UU.