El desembarco del centro comercial Hipercor a la capital onubense trajo muchos beneficios para la ciudad y para los ciudadanos, que contaron desde entonces con una oferta comercial más amplia y variada. Sin embargo, para unos vecinos se convirtió en una pesadilla que si bien, con el pasar de los años, se ha disipado notablemente, aún no se ha solucionado por la falta de voluntad de ciertos cargos del Ayuntamiento, según denuncian.
Se trata de los vecinos de Cádiz Salvatierra 2, 3 y 4, cuyas viviendas dan para la calle Cineasta Francisco Elías y que desde hace demasiados años llevan reclamando al Ayuntamiento que se cumplan los horarios de carga y descarga, ya que sus viviendas están junto al almacén del centro comercial y tienen que convivir con ruidos insoportables.
Durante este tiempo, y gracias a la colaboración de Hipercor, han logrado que las labores de carga y descarga se desarrollen dentro de los horarios establecidos por la noche, esto es, hasta las 23.30 horas, aunque durante años soportaron ruidos hasta altas horas de la madrugada.
Sin embargo, no pasa lo mismo con el horario de mañana. Así, según relatan a Viva Huelva, el horario de carga y descarga empieza a las 8.00 horas, pero los camiones llegan a la zona de aparcamiento junto al almacén -al lado de las ventanas de los inmuebles- a las 7.00 horas y esperan con el motor encendido a que se abra el almacén. Es decir, que a las 7.00 horas estos vecinos tienen un despertador diario que los obliga a empezar un nuevo día.
Compromiso incumplido
En diciembre de 2012, el Ayuntamiento emitió una resolución por las molestias de ruidos en la que pedía al centro comercial que extremara una serie de medidas durante el horario de carga y descarga -de 8.00 a 23.30 a horas-, entre las que destaca “apagar inmediatamente los motores de los camiones que lleguen y se mantengan en espera para la carga y descarga”.
Además, en la resolución, firmada por el concejal Juan Carlos Adame, se especifica que “se ha elaborado una reordenación (pendiente de ejecución) del espacio público destinado a las operaciones de carga y descarga del centro comerical que permita compatibilizar las mismas con el tráfico rodado y la evitación de molestias permanentemente denunciadas por los vecinos colindantes”.
Un mes después, en enero de 2013, los vecinos se reunieron con la concejal Carmen Sacristán y representantes de la Policía Local, entre otros, donde se les explicó -e incluso dibujó- en que consistía la reordenación de la zona, que pasaba por la instalación de pilonas y la reorganización del tráfico y el estacionamiento para evitar que los camiones aparquen junto a sus ventanas.
Nada de esto se ha cumplido, y por ello, los vecinos han registrado sendos escritos -en enero y febrero de este año- para reunirse con Sacristán y con el alcalde, Pedro Rodríguez, para pedir que se cumpla lo prometido.
De Sacristán no tienen noticias, pero este viernes se reunirán con el secretario del alcalde. Confían en que se ponga solución a su problema y puedan, por fin, descansar.