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Chiclana

Tratamiento de pinares y parques contra la procesionaria del pino

Las labores han comenzado en la zona litoral se prolongarán durante al menos una semana.

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La Delegación Municipal de Medio Ambiente, a través de la empresa pública Chiclana Natural, ha iniciado esta semana el tratamiento contra la plaga endémica de la oruga procesionaria. La empresa municipal pretende así minimizar las molestias que acarrea la presencia de este insecto propio del pino piñonero entre la población de urbanizaciones cercanas a las masas arbóreas en las que prolifera. Para el tratamiento paliativo contra la procesionaria en esta época del año se emplea un insecticida específico de escasa toxicidad y el bajo impacto ecológico.

 “Los trabajos están siendo ejecutados por la empresa Athisa, adjudicataria del servicio de desinsectación y desratización. Se han iniciado en el Pinar de La Barrosa y continuará por los espacios públicos de las áreas próximas al litoral (El Hierro, La Barrosa, Costa Sancti Petri), así como en viarios con presencia de ejemplares de pino piñonero como los que transcurren por Mogarizas, Las Rapaces o El Pleito, entre otros. De la misma forma serán tratados los ejemplares en parcelas, jardines y parques de titularidad municipal del casco urbano y los existentes en los centros escolares. El tiempo de duración previsto para la desinsectación es de una semana que, no obstante, se prolongará lo necesario para compensar las jornadas en las que la lluvia impida la aplicación del tratamiento”, ha explicado el delegado de Medio Ambiente, Nicolás Aragón.

 El contacto con la oruga procesionaria es uno de los principales causantes de urticarias y alergias en personas y animales domésticos. Las orugas están recubiertas por unos filamentos urticantes que se dispersan y flotan en el aire, produciendo irritación en piel, ojos y nariz.

 Este insecto se alimenta en invierno de las acículas de los pinos, provocando que éstas se sequen y caigan. El daño más importante lo hacen desde el final del invierno hasta mitad de primavera, cuando las orugas son más grandes y voraces. La defoliación rara vez produce la muerte de los pinos pero los debilita en gran medida, facilitando el ataque posterior de otras plagas. Los pinos pequeños sí se pueden secar.

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