España se encuentra entre los países de la Unión Europea que más han recortado el gasto en educación como respuesta a la crisis económica, lo que agrava los principales problemas del sistema educativo español, como la alta tasa de abandono escolar y la difícil transición entre sistema educativo y mercado laboral, según un informe publicado este miércoles por la Comisión Europea.
Así, señala que el gasto público en educación en España cayó del 5,1% en 2009 al 4,7% del PIB en 2011, por debajo de la media europea del 5,3%. Y la asignación presupuestaria total para educación disminuyó un 4,1% en 2012 y un 7,3% en 2013, de acuerdo con el estudio.
Además de España, otros 15 Estados miembros han disminuido su gasto en educación en el periodo entre 2008 y 2011: Irlanda, Reino Unido, Portugal, Dinamarca, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria, Grecia, Italia, Chipre y Hungría.
La mayoría de los recortes empezaron a aplicarse en educación universitaria, pero España, Bulgaria, Italia, Letonia y Rumanía han ajustado gasto en todos los niveles educativos durante ese periodo. El gasto anual por estudiante en España también ha bajado en todos los niveles educativos, pero se mantiene por encima de la media comunitaria.
"La caída del gasto en educación en los últimos años en estos dieciséis Estados miembros representa una tendencia preocupante y exige reforzar la eficacia de la eficiencia de la inversión en educación y apoyar la innovación y la competitividad", subraya el informe de Bruselas. En este sentido, apunta que esto es particularmente importante en el contexto de las limitadas previsiones de crecimiento del PIB para 2014.
"Los principales retos en el sistema educativo español son la transición desde la educación y la formación al mercado laboral, una persistente alta tasa de abandono escolar con grandes disparidades regionales y desajustes en las cualificaciones, incluyendo en la educación superior", señala el Ejecutivo comunitario.
Además, según el informe, estos retos están agravados por la situación económica en España, que ha exigido significativos esfuerzos de consolidación fiscal, con recortes presupuestarios en educación desde 2011 a nivel nacional y regional.
Aunque se han hecho progresos en la lucha contra el abandono escolar y el sistema de formación profesional, ambas cuestiones siguen siendo "una importante causa de preocupación", subraya el Ejecutivo comunitario, ya que existe el riesgo de que la elevada tasa de paro juvenil "se convierta en estructural".
El informe señala que "teniendo en cuenta las dificultades financieras", los esfuerzos del Gobierno español para combatir estos problemas "se concentran en medidas normativas", en particular la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y la reforma del sistema de formación profesional.
En este capítulo, la Comisión pide a España que acelere la puesta en práctica del sistema de formación profesional dual, que combina estudios con prácticas en empresas. "Se requerirán más esfuerzos continuados que impliquen conjuntamente a las autoridades públicas, los centros educativos y los empresarios para extender y consolidar el sistema de formación profesional dual en España", apunta.
Ello es urgente, según el Ejecutivo comunitario, porque "España carece de una estrategia global para ajustare de forma eficaz a los cambios en su estructura productiva". "En particular, la formación y las cualificaciones no están suficientemente actualizadas y adaptadas a las necesidades del mercado, en particular en los sectores con mejores perspectivas de desarrollo económico", apunta el informe.