Un destello de calidad de Jonathan Viera, que marcó en el minuto 88 de penalti tras sufrir un derribo del portero chileno Claudio Bravo, sirvió para que el Rayo sumara su segunda victoria de la temporada ante una Real Sociedad que pecó de conservadurismo en algunas facetas del juego.
Gran ambiente de fútbol el que se vivió en las gradas del estadio de Vallecas para presenciar el partido entre Rayo y Real Sociedad, dos equipos muy necesitados de una victoria por su situación en la tabla. En el caso del cuadro madrileño, para salir del puesto de colista, y en el caso del conjunto donostiarra, para revertir la mala dinámica liguera que atraviesa después de seis partidos sin ganar.
En el Rayo destacó la presencia en el once del delantero mexicano Nery Castillo, que debutaba ante su público después de una larga lesión que arrastraba desde su llegada al club el pasado julio. También destacó la ausencia anunciada de Jonathan Viera y Alejandro Gálvez que, castigados por el técnico Paco Jémez tras ser expulsados hace dos jornadas, ocuparon una plaza en el banquillo.
La Real Sociedad, después del traspiés sufrido hace tres días en Liga de Campeones al perder en el último minuto del descuento ante el Bayer Leverkusen alemán, no dio síntomas de estar tocada moralmente ni de acusar el cansancio por la acumulación de partidos. Es más, su apuesta fue inicialmente ofensiva y las dos primeras ocasiones del partido fueron suyas en las botas del francés Antoine Griezman y el mexicano Carlos Vela, ambas solventadas con acierto por el portero Rubén Martínez.
El conjunto madrileño, espoleado por su afición, lo intentó con muchas ganas pero se mostró, en algunos compases de la primera mitad, escaso de ideas y demasiado previsible en el juego. Sin embargo, Adrián González, en el primer remate de su equipo a puerta, a los 27 minutos, estrelló el balón en el travesaño.
A partir de ese instante, el partido se convirtió en un ir y venir de acciones en cada área pero con un dominador destacado de la posesión, el Rayo, que volvió a dejar su impronta de equipo al que le gusta jugar con el balón en los pies.
Antes del descanso, en el minuto 42, el Rayo pudo adelantarse con un cabezazo del argentino Joaquín Larrivey que se estrelló en el palo derecho de la portería del chileno Claudio Bravo.
En la segunda mitad, el conjunto guipuzcoano salió con mayor intensidad de la que acabó la primera parte y nada más comenzar Imanol Agirretxe gozó de una ocasión dentro del área que desbarató Rubén anticipándose al remate.
Unos minutos después, el propio delantero vasco tuvo otra ocasión para marcar pero su remate lejano se marchó rozando el poste derecho de la portería rival.
El Rayo, sobre todo a raíz de la entrada al césped de Jonathan Viera y Alberto Bueno, ganó profundidad en el área rival y se mostró más incisivo que en los minutos anteriores, en los que solo el guineano Lass Bangoura puso algo de ideas y velocidad al ataque.
Con el conjunto local a la desesperada, la Real tuvo el primer tanto del partido en las botas del suizo Haris Seferovic, que sacó un remate seco por bajo que Rubén repelió a córner.
Cuando el partido parecía que tocaba a su fin y ambos equipos estaban resignados al empate, un destello de calidad de Jonathan Viera, que al filo del área tiró una pared y fue derribado por Bravo, el Rayo se encontró con un penalti.
El delantero canario, con sangre fría, engañó al meta chileno desde los once metros y su equipo sumó la segunda victoria de la temporada que le sirve para tomar algo de aire tras seis derrotas consecutivas.