Las previsiones se han cumplido y los estudiantes que llegan a la ciudad para iniciar el curso académico en centros de Secundaria y mayoritariamente en la Universidad de Jaén ya tienen su piso alquilado y preparado para entrar.
De hecho, esta primera semana de septiembre comienzan a ocuparse los pisos de alquiler, que en el mercado inmobiliario han proliferado ante la demanda de los estudiantes. Según datos facilitados por el el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Jaén (API) y titular de AGA Inmobiliaria, Diego Galiano, en torno al 30% de los pisos de alquiler en la ciudad son ocupados por universitarios.
Junio y julio fueron los meses de visitas y concreción de los contratos de alquiler y el ritmo ha sido similar al de años anteriores.
Jaén es una de las capitales de provincia más barata para alquilar piso, que establece un coste de entre 400 y 600 euros mensuales por unas instalaciones que ocuparán entre dos o tres estudiantes.
Las zonas más demandadas son las más cercanas al campus universitario, la parte baja del Paseo de la Estación y el Gran Eje, además de zonas como la del Bulevar, con más servicios y precios más altos.
Diego Galiano asegura que se ha podido cubrir la oferta de pisos de alquiler y que los propietarios cuidan cada vez más que las condiciones de habitabilidad sean las deseadas. “Hay mucha oferta de pisos en alquiler y eso permite al inquilino elegir entre todos y a los dueños preocuparse por cuidar la vivienda que pone a disposición de las inmobiliarias”, valora.
En cuanto al perfil del inquilino medio, suele ser un universitario que busca un piso de dos, pero también de cuatro, ya que las viviendas con más número de habitaciones en el mercado del alquiler
están pensadas, casi exclusivamente, para estudiantes.
Desde el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Jaén aconsejan acudir a las agencias para realizar cualquier operación inmobiliaria y evitar fraudes como los que se suceden en Internet. Igualmente, se muestran descontentos por la falta de acción contra los que utilizan la vía pública y su mobiliario como tablón de anuncios de la oferta de pisos en alquiler de la ciudad. Uno de los ejemplos es el propio campus universitario de Las Lagunillas, donde quienes ya tienen piso, pero reclaman un compañero más, anuncia ubicación, características y teléfono para compartirlo.