Esta semana queremos conocer en profundidad la situación de la Guardia Civil en Cádiz y su provincia. Temas como la seguridad ciudadana, los medios humanos y materiales, el narcotráfico, o cómo afecta a esta institución la actual crisis económica, forman parte de este reportaje para el que se ha contado con la experiencia y conocimiento del citado Cuerpo de Seguridad del Estado, de Juan Antonio Delgado, secretario nacional de Comunicación de la Asociación Unificada de Guardia Civiles (AUGC), agente que ejerce su labor en la provincia y que durante varios años fue secretario general de la citada AUCG en Cádiz.
Cabe mencionar que la Asociación Unificada de Guardia Civiles, es una organización, una asociación profesional que agrupa a 32.000 guardias civiles. Entre sus principales objetivos está trabajar para mejorar las condiciones socio-laborales de los agentes del cuerpo. Su ámbito en nacional, pero cuenta con secretarías generales en casi todas las provincias de España. En la provincia de Cádiz casi el 60 por ciento de la plantilla es miembro de la AUCG, es decir, unos 1.200 agentes afiliados a la organización de un total de casi dos mil profesiones que realizan su labor en la citada provincia gaditana.
La AUGC actúa casi como un sindicato, aunque no lo es, porque aún esta figura no está permitida dentro de la Guardia Civil, aunque esta prohibición no está recogida en la Constitución Española, por lo que no se pierde la esperanza de poder cambiar la legislación que actualmente veta este derecho laboral. “Nosotros creemos que los compañeros de la Guardia Civil, como trabajadores que son, tienen derecho a tener un sindicato, a mejorar la institución, a que se les defienda sus derechos laborales y a convertir esta institución en una policía acorde al siglo XXI”, señalan desde la AUGC.
Por otro lado, pero muy unido a lo anteriormente, hace unos meses, la AUGC junto al Sindicato Unificado de Policías, SUP, “nuestro sindicato hermano”, se ha presentado una propuesta al Gobierno para que “se unifiquen los dos cuerpos de seguridad, es decir, que se unifique la Guardia Civil y la Policía Nacional en un solo cuerpo”, basando sus razones en que “se mejorará el servicio que se ofrece al ciudadano, se ahorra mucho dinero, alrededor de 4.000 millones de euros, y además mejorará la coordinación, lo que se traduce en mejores resultados en ámbitos como la investigación criminal”. Sin olvidar que se acabarían con la duplicidad existente, es decir, unidades que realizan casi la misma labor “y sin estar coordinadas”.
Otro aspecto de la lucha de la AUGC se centra en mejorar las condiciones laborales de los agentes de la Benemérita. Desde equipar sus sueldos con el de otras fuerzas de seguridad hasta desmilitarizar el cuerpo, sobre todo que no se ejerza sobre los agentes el código penal militar. “Reminiscencias del pasado que hay que eliminar. Hace poco un compañero por tener una discusión con otro compañero, ha sido condenado a tres meses en una prisión militar. Eso no ocurre en otros ámbitos laborales donde se le habría abierto un expediente o impuesto una sanción, pero no tres meses de prisión, sin beneficios penitenciarios de ningún tipo”.
“No somos soldados, no somos parte de las Fuerzas Armadas, somos policías y como tales actuamos”, sentencia la AUGC, asociación que lidera un movimiento aperturista que lucha contra los anacronismos de esta institución, “que es una de las más valoradas por la sociedad junto a la Policía Nacional”.
La provincia
En cuanto a las reivindicaciones puntuales de la AUCG, nos centramos en sus propuestas para mejorar el cuerpo de la Guardia Civil en Cádiz y su provincia. En este sentido, Juan Antonio Delgado señala en primer lugar la necesidad de “reponer a los agentes que se jubilan porque cada día contamos con menos agentes en la provincia, mientras que está constatado que la crisis económica es un caldo de cultivo para que aumente la delincuencia, esto es así, no nos lo estamos inventando, hay estadísticas que así lo demuestran. Es de sentido común que cuando estalla una crisis económica como la actual, la gente siempre acaba buscándose las habichuelas, sea como sea en algunos casos”.
De hecho, “en algunos casos relacionados con el narcotráfico, se han detenido a padres de familia que no contaban con ningún antecedente. Es la realidad pura y dura, y si hay menos policías, hay crisis y hay más delitos, la situación evidentemente no mejorará, y al final seguirá aumentando la delincuencia”.
Ante esto, explica Delgado, “nosotros lo que pedimos es que se aumente, no solo que se reponga, sino que se aumente el número de las unidades de investigación, sobre todo por las características de esta provincia, una de las que cuenta con mayor número de organizaciones criminales asentadas en ella”.
Y es que “está la Guardia Civil que el ciudadano ve, y está la que no se ve, la que está pinchando teléfonos, la que se tira una noche en la playa esperando una embarcación, la que trabaja mano a mano con los jueces, y aunque no se vea su labor es muy importante porque lucha por atrapar a los ‘jefes’, a los que mandan en las mafias, a la cúpula de las organizaciones criminales, con el objeto de desmantelarlas”.
“Aquí pedimos, en cuanto a las unidades de investigación, no sólo que se repongan los agentes que se van, sino que se aumente en un 60 por ciento el número de efectivos de las mismas”, sentencia Delgado para añadir que “hablamos de Cádiz, una provincia que está a la cabeza de España en número de mafias establecidas en ella, hablamos de que por aquí entra más del 60 ó 70 por ciento del hachís que se introduce en Europa”.
“No se puede comparar Cádiz con otras zonas, ni siquiera con Barcelona o Madrid, no digamos con Cuenca”, indica Delgado. Y es que junto a las tradicionales rutas del hachís, desde hace unos años también se han abierto rutas de entrada de cocaína, “lo que quiere decir que el negocio les iba bien porque lo amplían”.
“Hay que ser humildes, y aunque hay que reconocer la gran labor policial que en esta provincia se ha llevado y se lleva a cabo contra el narcotráfico, también hay que reconocer que las organizaciones mafiosas actúan como empresas e invierten mucho dinero en mejorar su ilícita labor”, insiste Delgado, “van por delante nuestra como vemos que tras haber instalado el SIVE (Sistema de Vigilancia Exterior), ellos han abierto nuevas rutas pero por el cielo, introduciendo la droga a través de avionetas”.
“Las mafias organizadas invierten y sin límite para que aumenten sus ganancias”, señala, “mientras nosotros contamos con menos plantilla y peores medios materiales. Aquí no se debe relajar la Administración porque es un tema muy importante, sobre todo hay que invertir más en las unidades de investigación y en las unidades del Servicio Marítimo”. Una de sus propuestas en crear una unidad en la zona del litoral de La Janda, concretamente en Barbate, pero no porque por allí entre más droga, que entra por toda la provincia, sino porque geográficamente Barbate es el centro de la provincia, hay una unidad en Cádiz y otro en Algeciras, las cuales tardan en llegar hasta el centro del litoral gaditano”.
Inmigración
Sobre el repunte en la llegada de inmigrantes a las costas gaditanas que se está padeciendo este verano, desde la AUGC creen que “tiene que ver la política migratoria que se esté llevando a cabo desde Marruecos, que es desde donde parten las pateras. No es cuestión de echarle la culpa a nadie, pero aquí hay que hablar de su falta de medios y quizás una relación de su política de inmigración. También influye que la zona de Canarias ha sido muy reforzada con muchos medios, con lo cual si se sella un lado, sale por otro lado, y en este caso regresan al Estrecho”.
Por otro lado, al SIVE le cuesta detectar este tipo de embarcaciones, sobre todo las denominadas de ‘juguete’, a pesar de que este sistema se ha mejorado con la eliminación de zonas de sombra que tenía al principio.
Sobre la coordinación con la policía marroquí, Delgado señala que “si ya es complicada la coordinación entre nosotros, entre las fuerzas estatales, imagínese con las de Marruecos. Si la Guardia Civil no comparte la base de datos con la Policía Nacional, ni viceversa, pues con la de la policía marroquí aún menos”.
Cuarteles poco eficientes
En la provincia de Cádiz, “por ejemplo, a los ciudadanos de la Sierra se les trata como de segunda categoría en materia de seguridad ciudadana. No cuentan con los mismos servicios. En Bornos, en Espera, hay cuarteles con cinco agentes, y con esa plantilla no se puede ofrecer un servicio digno. En Conil hay alrededor de 60 agentes, y puede dos y tres patrullas en la calle todos los días, pero con 6 agentes… ¿cuántas patrullas puedes tener en la calle?”, indica Delgado. “Son tres turnos, mañana, tarde y noche, y con esas plantillas imposible dar servicio, mejor cerrar el cuartel, hacer uno mancomunado, por ejemplo sería una posibilidad, aunque es un tema que hay que hablar con los alcaldes porque todos quieren tener un cuartel en su pueblo, pero tenerlo sin que sea efectivo no es una solución y además supone gastos innecesarios en mantenimiento, vehículos, teléfono, luz, por lo que es mejor un buen cuartel que varios pequeñitos que no son eficientes”.
Para dar un servicio bueno y efectivo hacen falta un mínimo de 15 agentes, pero lo ideal serían unos 60 agentes para que se lleven a cabo servicios como los de atención al menor, a mujeres maltratadas, etc…
Crisis y medios materiales
A causa de la crisis económica “la situación de los medios materiales necesarios para desarrollar la labor de la Guardia Civil ha empeorado”, señala Delgado para añadir que “por ejemplo, además de tener vehículos, éstos necesitan un mantenimiento especial pues el uso que le damos no es un uso común. El cambio de aceite lo tenemos que hacer en menos tiempo, el revisado de frenos, etc. Y aquí lo notamos, se estiran un poco más las revisiones o los cambios de neumáticos”.
Pero también “faltan vehículos. Hay cuarteles en los que tienen que salir dos patrullas pero solo cuentan con un vehículo. Esto es algo que está pasando. Esta reivindicación es importante”.
También es importante “la situación laboral de los guardia civiles. Son necesarios mejores coches, mejores cuarteles, más personal, pero también que se respeten los derechos laborales de los agentes. Es necesaria una jornada laboral digna, es decir que un agente no tenga que realizar el trabajo de tres. Somos la policía peor pagada y no queremos que los otros cobren menos, sino que nosotros nos equiparemos a ellos”.
Entre estas mejoras está “la formación, que es muy importante, o los reconocimientos médicos. Yo sólo hice uno cuando entré en la Guardia Civil, y hasta hoy. Nuestra situación es muy precaria y contra eso hay que luchar, y contra eso luchamos”.
