Gobierno local y Foro Ciudadano expresaron ayer públicamente sus discrepancias al respecto de la seguridad en el botellódromo coincidiendo con el primer aniversario del apuñalamiento que costó la vida a Jairo Gómez.
La alcaldesa, María José García-Pelayo, se mostró convencida de que la seguridad en el recinto está “garantizada”, según al menos la sensación que le trasladan los mandos de la Policía Local. “Yo no soy experta en seguridad, de manera que no tengo por qué dudar de su palabra”, añadió.
García-Pelayo recordó que el Gobierno local coordina el control de este espacio con los mandos policiales, que a su juicio están actuando “correctamente” aunque no negó que “siempre hacen falta más medios” de los disponibles cuando se trata de garantizar la seguridad ciudadana.
Además, la regidora recordó que en estos últimos meses ha sido necesario actuar en otras zonas de la ciudad más allá del espacio habilitado para este tipo de concentraciones juveniles en el entorno del González Hontoria.
La portavoz de Foro Ciudadano, Rocío Montero, no es de la misma opinión. Así, considera “gravísimo” que el botellódromo siga careciendo de un plan de seguridad, algo “lamentable” e “indignante” por cuanto ello supone que los hechos ocurridos el pasado verano “ni siquiera” han servido de “escarmiento”.
Montero no entiende cómo el Gobierno local “no ha movido un solo dedo” para mejorar la seguridad del recinto y plantear alternativas de ocio juvenil; asegurando que son los propios usuarios del botellódromo quienes se quejan “abiertamente” de que sus condiciones “no son las más seguras y que la presencia policial es prácticamente testimonial”.
Foro Ciudadano advierte de que este problema no es “menor”, toda vez que “ya ha costado una vida humana”.