La permanente intriga que rodea al mundo de la política y que en especial me ocupa se ha propuesto, parece, no decaer pese a que la temperatura y el calendario aconsejen tomarse la vida mezclada con hielo. Para no aburrir, a veces, aligero la tecla con temática diversa por aquello de que el paseante por este jardín no bostece ante ese cada día más devaluado mundo político, ocupado, parece, más en perpetuarse que en cuidar la mala imagen que proyecta, pero a uno la inspiración, cual desodorante barato, amenaza con abandonarle por aquello de que sacar punta certera a la misma madeja resulta cansino y más cuando, como decía, la temperatura y el mes te llevan directo al relajo. A la copa fría rebosante de hielo con mezcla de líquidos. A la mirada de turbia calidez posterior. Hoy haré breves, pasearé despacio, recomendaré algún libro, aportaré, en definitiva, mi cuota semanal, para quien guste.
De política e ismos. Acuñando julio el nuevo término dentro del PSOE-A denominado susanismo, que sucede al griñanismo y al chavismo y, a día de hoy, se impone por abrumadora mayoría al planismo -¿tú que eres? Planista. Pues vaya…-, me doy cuenta de la estupidez tan enorme que es agrupar a personas dentro de ismos y más si es en este mundo político donde tan sencillo y habitual es desagruparse. El PSOE de Cádiz celebró comité provincial un año después de que Irene García empujase a Cabaña y este, un año después, ha regresado del empellón y, con él, buena parte de los suyos para, abierta o veladamente, apuntarse al susanismo, como ya dije, lo cual ha sido manifiestamente mal acogido por el pizarrismo, hoy entregado a pulmón al planismo en un último y desesperado intento de mantenerse viva como corriente e ismo. Otras deserciones, como Gema Araujo, alcaldesa de La Línea, o Angelines Ortiz, delegada provincial de Economía, anuncian la catarsis interna que vive el sector crítico en Cádiz y de la cual Irene García, un año después de alzarse con la secretaría general de Cádiz, hace caja para, llegado el caso, canjear ese irenismo hacia Susana Díaz en poder institucional ante la previsible primera crisis de gobierno que, intuyo, será pronto.
Porque si Díaz, a quien grácilmente sitúan en el fontanerismo por una mezcla de cualidades orgánicas y genética como si eso restara, es elegida candidata el próximo 29, y nada hace prever lo contrario, Griñán, con permiso de Alaya y cada día está menos claro que se lo de, aguantará lo justo y estrictamente necesario antes de irse, no creo que más de unos pocos meses. Cederle la presidencia y el control de la Junta a Díaz para, según avance este mundo nuestro, decida ella si agota la legislatura y con ello gana tiempo y afianza la imagen que debe proyectar antes de los comicios o, en caso contrario, las adelanta, para lo cual la única fecha sensata sería entre europeas y municipales porque hacerlas coincidir con alguna de las dos les viene peor y, en ese caso, el calendario ofrece hueco para el segundo semestre del próximo año. Que nadie piense que IU no apoyaría la investidura de Díaz porque, lo dice Valderas, el suyo es “un pacto con el PSOE-A, no con Griñán” o que puede forzar un adelanto electoral porque están “muy cómodos” en el encuadre actual y, cara al candidato que presente, también les viene bien ganar tiempo, al margen del hecho indudable de que tanto el desgaste de su socio como la trifulca orgánica interna de éste provoca una fuga de votos que, en su mayoría, recoge sin despeinarse y más lo hará si Maíllo -¿maillismo?-, rostro renovado y amable, se afianza como líder y candidato. El andalucismo también se mueve, sabe que río revuelto ofrece peces si quien maniobra al acecho es hábil, y lo hace orientando liderazgos en San Fernando, Sanlúcar, Costa del Sol, Huelva, Jaén y hasta negociando el retorno de históricos que se fueron y que a partir de septiembre volverán para sumar en esa pelea por devolver la mano abierta al Parlamento, donde ha fijado destino Antonio Jesús Ruiz y, para ello, a la vuelta del verano convocará congreso para cerrar su candidatura.
El PP, mientras, asiste a la función general comiendo pipas, observando al tiempo como Pedro J y Bárcenas quieren matar a Rajoy, que no al PP, para, tal vez, poner a otro. Y Aznar no para de salir últimamente en la foto. ¿Regreso del aznarismo? Igual ya ha encontrado las armas de destrucción masiva que tanto buscó y las ha colocado todas, justo, debajo del sillón de Mariano. Bun. Marianismo al aire.
Un racimo floreado. En este mundo tecnológico hechos tan antiguos y al uso como regalar flores han quedado para recién paridas o, muy cursi, como recurso final y pastoso en aniversarios. Con lo bien que sabe y queda cualquier día del año agasajar a quien te inspire, ella o él, con un racimo de flores sueltas y una sonrisa. Mi ramo literario de hoy se lo regalo a alguien que sé que me lee siempre y que estos días es muy feliz porque su chica le va a regalar vida en unos meses y a mí esas cosas tontas me emocionan. Me tomo un algo a la salud de los tres.
PTA y ATMJ. Con los nuevos decretos la vida municipal se va a convertir en un horror y de eso, prometo, me extenderé próximamente, al igual que no olvido presentar mis alegaciones a la ley de transparencia, como prometí, cuando se abra el plazo y, después, contarlo. Centrándome, nadie discute la dificultad que tiene gestionar el legado de un Ayuntamiento como el de Jerez, que ha llegado a esta situación límite en capítulo uno gracias al impulso de casi todos pese a que todos se empecinen a culpar al de enfrente. Pero como mirar hacia atrás de poco sirve y, hoy, lo único que vale son las soluciones que se ponen en marcha y la manera de proceder, resulta llamativo que un sindicato como la ATMJ saque a la luz un acta notarial donde hace meses incluía el nombre de quien finalmente ha sido elegido gerente del Parque Tecnológico tras un proceso de selección al que se presentaron nada menos que 290 candidatos y que, según denuncian, ha costado 4.000 euros a una consultora que, al final, ha concluido tras el proceso en el mismo nombre que en sobre cerrado avanzó la ATMJ. El PP tiene mayoría en el consejo y derecho a nombrar a quien quiera, pero salta a la vista que lo hace de manera inadecuada, haciéndole perder el tiempo y la ilusión a 289 candidatos y con coste económico añadido, tal vez siguiendo instrucciones de ese cuerpo asesor en materia de personal y jurídica estupendo que, hasta hoy, lo encharca casi todo y se sacude el barro después. ¿Tiene responsabilidad el asesor cuando mete al político en el lío? ¿O la tiene el político que se deja dirigir por quien le informa de manera inadecuada? La ATMJ ha denunciado dos cosas esta semana en lo que parece un avance en la batería guardada por aquello de que, a diferencia de otros, no dan perfil para volcar contendores o hacer pintadas, pero, por contra, tienen el conocimiento técnico para detectar la irregularidad y se conocen perfectamente el camino que termina en un lugar llamado juzgado. Y, ahí, no prestan atención a asesores.
PD. Abandoné, sin pretensión, aquello de recomendar libros y la lectura resulta tan sana y barata como regalar flores o, añado, besos. Dolores Redondo ha inaugurado su triología del Baztán con El Guardián invisible, un thriller muy de verano que recomiendo y cuyos últimos capítulos me esperan este fin de semana en ese rincón de playa de la Costa Noroeste, la mía -uno es de donde quiere y yo soy de muchos sitios que tuvieron a bien atraparme-, donde me pierdo entre dunas y gente cercana y libros. Cosas sencillas. Como regalar flores.
