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Jaén

El agujero negro

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La única alegría plausible que aún podemos permitirnos, en términos sociológicos, en efecto, es el fútbol. Un equipo de casa, concebido desde la modestia, que alcanza el último peldaño de la promoción antes de jugarse el sueño de toda la temporada a cara o cruz. Ves el estadio ‘Nueva Victoria’, abarrotado de público, inundado de pasión, y constatas hasta qué punto un sentimiento colectivo en fase eufórica puede atenuar penas y aparcar problemas. Te plantas ante el televisor, en la medianoche, con la Roja empeñada en su enésima gloria, a sabiendas de que el lunes no perdona, pero no te resistes a saborear hasta su última gota una copa predestinada a lucir en las vitrinas de tu vida sufrida y discreta. Eso no me lo quita nadie.


Con las migajas de una buena ración dominical de pan y circo todavía seguirás tirando cuando te falten las fuerzas a mediados de semana. Su efecto terapéutico, frente a la desgana y el pesimismo, resulta impagable en una sociedad, como la nuestra, acobardada por tamaña sucesión de desgracias. No hay más que echar un vistazo, sin ir más lejos, a las cuentas municipales y, de inmediato, el alma a los pies. Y, entonces, no hay balón que valga. Un agujero de 70 millones de euros en un solo año, un desequilibrio entre ingresos y gastos que los Fernández de Moya, García Anguita y Contreras son incapaces de contener.


Deudas y más deudas. La oposición dispara a partir del informe oficial de liquidación. Con las horas extras y la productividad de policías y bomberos, sobre todo, y del resto del personal, casi 2 millones de euros sin pagar. Otros tantos de luz. De 2 en 2. Y un interminable etcétera de pendientes que van desde la reparación de las cubiertas de los colegios a las transferencias corrientes a las sociedades municipales (algunas a un tris del colapso financiero). En la recaudación prevista de IBI, vehículos y plusvalías faltan 6 kilos… En suma, 70 millones de descuadre, 64 en el mejor de los supuestos. Al borde de la asfixia, vamos. El PP se justifica con los 28 millones que el anterior Gobierno de coalición PSOE/IU dejó en facturas sin consignación presupuestaria y que  el Plan de Pago a Proveedores convirtió en deuda real. También el anticipo del canon de las concesiones municipales fue pan para ayer y hambre para hoy.


El perentorio pago de la nómina de junio y la extra obliga a negociar el adelanto bancario. Contreras reconoce haber cerrado la operación en un 2% TAE, por más que otras fuentes sean bastante más precisas: adelanto de 6 millones del segundo plazo del IBI, 5% por 119 días, es decir, 15% anual, comisión apertura, 2.25%, comisión de estudio, 2.25%, multiplicado por tres, 6.75% cada una. Total, casi un 28.5% de interés anual. O sea, te presto 6 y te cobro casi 2.  Y suerte que alguien le preste con sus actuales garantías. El Ayuntamiento de Jaén, pues, es un agujero negro, infinitamente hondo, donde caes y caes y jamás terminas de caer.

Susana

Griñán abre el melón sucesorio en Andalucía. Sin el nuevo jefe de IU en el Ejecutivo, el día menos pensado el pacto se puede ir al garete. Rubalcaba, desde Bruselas, no se da por aludido. Avanzar 15 meses después de las urnas que no volverá a optar pilla desprevenida a la oposición interna. 7 de los 8 secretarios provinciales del PSOE-A respaldarían que el relevo pasase por la poderosa consejera de Presidencia, Susana Díaz. Paco Reyes prefiere no pronunciarse: es el único que ha intentado alentar una corriente alternativa al griñanismo. No tiene nada personal contra Díaz, me confiesa, pero la savia nueva y la renovación no pasan unívocamente por ella. El nombre de Micaela, añade, ha vuelto a usarse en vano. Todo se resolverá en un par de semanas. Susana presentará  en público su candidatura en Antequera. 7.000 firmas. Mañana, comité director. El próximo lunes, si no hay cambios, visita institucional de Susana a Jaén, enarbolando su proyecto estrella, la Ley de Transparencia, y con una recepción previa en Diputación so pretexto de la firma de un convenio entre el Centro de Estudios Andaluces y la institución provincial. Dos tazas.

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