Tras presentar su dimisión como presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, José Sánchez Maldonado se ha mostrado "satisfecho" del trabajo desarrollado en los ocho meses en los que ha estado en el cargo. Ha reconocido que la situación de esta entidad "no es buena", ni en el aspecto económico, con números rojos en su balance final de ejercicio, ni en el laboral, ante las medidas de ajuste previstas; sin embargo, se ha mostrado convencido de que "no se trata de problemas irresolubles, sino que se podrán ir solucionando con el tiempo".
"Estoy contento del tiempo que he estado al frente de la Autoridad Portuaria; he tratado de hacerlo lo mejor que he podido e intentar resolver algunos problemas que estaban enquistados", ha afirmado a Europa Press el socialista Sánchez Maldonado, quien ha declarado con rotundidad que "no me arrepiento de nada".
Más aún, ha asegurado que lo ha pasado "magníficamente". No obstante, ha reconocido que "quedan cosas por hacer: poner en marcha proyectos que hemos estado cerrando en estos últimos meses, como el puerto deportivo de San Andrés, por ejemplo, que creo que a lo largo del año saldrán adelante".
Como elementos positivos de esta etapa al frente de la Autoridad Portuaria, ha destacado aspectos como la apertura de un nuevo acceso a El Palmeral de las Sorpresas desde el Parque, que será inaugurado próximamente, de modo que "la valla deje de ser un problema endémico para la ciudad"; el tráfico de autobuses con cruceristas por el interior del recinto portuario, o el desbloqueo de la concesión del futuro puerto deportivo del Club Mediterráneo, en la dársena de levante.
También ha mencionado Sánchez Maldonado, del que todos resaltan su buen talante, la aprobación de la instalación de una tienda de alimentación con productos 'gourmet' en la conocida como 'esquina de oro', que los trenes vuelvan a transportar mercancías y sobre todo "el buen ambiente con el equipo directivo".
EQUIPO "MAGNÍFICO"
De hecho, no ha escatimado elogios para estos trabajadores, de los que ha valorado su "alta cualificación". "Me han ayudado muchísimo y sin ellos no podría haber hecho las cosas que he hecho", ha asegurado. Por eso mismo, se ha mostrado convencido de que "el Puerto va a funcionar perfectamente conmigo y con cualquier otra persona porque el equipo es magnífico".
En el lado opuesto, como elemento negativo, ha señalado el hecho de que "mis obligaciones personales y familiares y mi estado de salud me hayan obligado a dimitir". Ha insistido en que han sido razones familiares y de salud --padece problemas de hipertensión, agravados en los últimos meses-- las que le han llevado a tomar la decisión de abandonar la Autoridad Portuaria, una idea que llevaba barajando desde hacía un mes y medio.
Así, ha restado importancia al altercado vivido el pasado miércoles en su despacho con un grupo de trabajadores, ya que, aunque le haya servido como empujón final para adoptar su decisión, ha subrayado que no ha sido el detonante. "Follones con los empleados va a haber siempre y no debe ser la razón en sí para que un dirigente dimita", ha apuntado.
En este sentido, Sánchez Maldonado, que llegó al cargo procedente del Ayuntamiento de Málaga, donde era concejal del PSOE, ha manifestado que, "cuando me he visto sin fuerzas para seguir, me ha parecido lo más honrado decir que no me veía anímicamente para llevar esto para adelante y que es mejor que venga otra persona que esté en mejor disposición".
UMA
A sus 61 años y tras haber comunicado ya su decisión al Ministerio de Fomento y a la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, la intención de Sánchez Maldonado es, una vez que se nombre a su sustituto, volver a la Universidad de Málaga (UMA), donde es catedrático de Hacienda Pública.
Por su parte, la consejera andaluza de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, indicó este pasado viernes que la sustitución de Sánchez Maldonado se hará "de manera inmediata" y que "seguirá el trabajo con normalidad al frente de la Autoridad Portuaria de Málaga".