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El Gobierno de Australia logra frenar la cuestión de confianza

El Gobierno de Australia ha superado la votación que se ha celebrado este jueves en la Cámara de Representantes del país oceánico para decidir si se vota una cuestión de confianza, por lo que ha quedado descartada

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El Gobierno de Australia ha superado la votación que se ha celebrado este jueves en la Cámara de Representantes del país oceánico para decidir si se vota una cuestión de confianza, por lo que ha quedado descartada.

   El líder del Partido Liberal, Tony Abbott, ha amenazado a la primera ministra australiana, Julia Gillard, con promover una cuestión de confianza en el Parlamento contra su Gobierno, a tenor de la crisis interna en el Partido Laborista.

   "Esta Cámara de Representantes ha perdido la confianza en la primera ministra", ha dicho el jefe de la oposición, en la sesión parlamentaria que se ha celebrado jueves, según ha informado la cadena australiana ABC.


   En consecuencia, Abbott ha sugerido "suspender la ejecución de las órdenes permanentes (dadas por el Gobierno)" a la sede legislativa, argumentando que "una Cámara de Representantes dividida no puede funcionar".

   En respuesta, Gillard ha acusado al líder liberal de "llenar el espacio con lo único que conoce: negatividad, amargura y la política del asalto personal". "Déjeme asegurarle que este Gobierno todavía no ha acabado", ha subrayado.

   A pesar de ello, el presidente de la Cámara de Representantes ha convocado una votación sobre la suspensión de la ejecución de las órdenes permanentes, ya que es el paso previo para votar una cuestión de confianza.

   La votación se ha resuelto con 73 votos a favor y 71 en contra, a pesar de lo cual supone una negativa a suspender la ejecución de las órdenes permanentes porque para ello se requiere mayoría absoluta, es decir, 76 representantes.

   De esta forma, Gillard ha conseguido frenar la cuestión de confianza, pero no de forma directa, sino con una votación previa que técnicamente ha perdido, lo que deja a su ya de por sí dividido Gobierno en una situación complicada.

CRISIS LABORISTA

   Abbott ha amenazado con una cuestión de confianza después de que la primera ministra convocara a las 16.30 horas (6.30 horas en España) una votación para renovar a todos los altos cargos del Partido Laborista, accediendo así al llamamiento de su ministro de Desarrollo Regional, Simon Crean.

   "He hablado con la primera ministra y le he pedido que convoque un debate interno sobre todas las posiciones de liderazgo del Partido Laborista", ha dicho Crean en una rueda de prensa celebrada al margen de la sesión parlamentaria.

   Además, ha urgido al ex primer ministro Kevin Rudd, que fue derrotado en las primarias laboristas de 2010, a postularse para suceder a Gillard al frente de la formación política. "Creo que no tiene otra opción, no puede seguir jugando", ha sostenido.

   "Estoy instando a Rudd a que ponga su nombre encima de la mesa porque no creo que sustituir a Gillard sin más vaya a resolver el problema. Las luchas internas deben cesar, debemos ser un partido inclusivo", ha sostenido.

   Crean ha explicado que "no es algo personal, sino sobre el futuro del Partido Laborista y el futuro del país". "El Partido Laborista, a través del Gobierno, está viviendo una pesadilla y tenemos que hacer algo para superar la parálisis", ha argumentado.

   El ministro de Desarrollo Regional ha confiado en que este debate interno permitirá al Partido Laborista ganar las elecciones federales del 14 de septiembre. "La gente tiene que creer en nosotros y para ello debemos ser capaces de argumentar en una sola dirección", ha apuntado.

   Actualmente, el Partido Laborista ostenta una frágil mayoría en el Parlamento, de apenas un escaño, gracias al apoyo del grupo independiente y de Los Verdes.

   Los últimos sondeos sobre intención de voto sugieren que los laboristas saldrán del Gobierno en las próximas elecciones federales, dando paso a los liberales.

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