Hamada Saber, el protagonista del vídeo que ha causado indignación en Egipto, declaró bajo presión ante la Fiscalía que no había sido golpeado por agentes de la Policía, sino por manifestantes, y ahora su hijo asegura que ha reconocido que los agentes le obligaron a mentir. En el vídeo aparecen Saber, un pintor de 50 años, y varios policías que lo golpean y arrastran por el suelo desnudo junto a un furgón policial.
"La Policía ha obligado a mi padre a mentir. No sabía que todo estaba grabado", ha afirmado su hijo Ahmed en declaraciones al diario egipcio 'Al Masry al Youm'.
Ahmed pudo hablar por teléfono con su padre, ingresado en un hospital de las Fuerzas de la Seguridad Central (FSC), y en la conversación Hamada Saber reconoció estar aterrorizado y haber declarado ante la Fiscalía bajo una tremenda presión. Además pidió que le permitieran salir del hospital de la policía o que le ingresaran en cualquier otro centro.
El hijo del hombre ha anunciado una marcha de sus familiares hasta el hospital, a la que ha invitado a cualquiera que lo desee a unirse, para sacarle de ese lugar.
La Fiscalía ha anunciado este domingo que ha ordenado que se transfiera a Saber a otro hospital, pero en estos momentos no está claro dónde se encuentra.
El vídeo, difundido por los canales por satélite Al Hayat y ONtv, provocó una gran ola de indignación en la sociedad egipcia, sacudida por las protestas contra el presidente Mohamed Mursi coincidiendo con el segundo aniversario de la Revolución del 25 de Enero de 2011. Todo ocurrió el viernes, durante los disturbios entre manifestantes y policías en las inmediaciones del Palacio Presidencial, en el barrio cairota de Heliópolis.
Sin embargo, el sábado Saber declaró ante la Fiscalía que los policías le protegieron. "Estaba de pie en la plaza Roxy (junto al Palacio Presidencial) bebiendo una soda cuando un grupo de manifestantes me confundió con un policía de la FSC porque iba vestido de negro, me atacaron y me quitaron la ropa", relató.
"Los manifestantes se enfurecieron cuando intenté convencerles de que no dispararan perdigonazos contra los policías", añadió. "Cuando vi a los soldados de la FSC viniendo hacia la multitud tuve miedo y salí corriendo. Los soldados me persiguieron gritando que querían ayudarme. Me caí, me alcanzaron y me dijeron 'ha sido difícil alcanzarte, hombre'", indicó.