La Fiscalía de Granada ha solicitado la pena de 22 años y medio de prisión para un hombre acusado de asesinar a su vecino en su propia casa, en Diezma (Granada), tras esconderse para esperarlo y asestarle un total de 16 puñaladas por la espalda, hechos por los que será enjuiciado por un jurado popular en la Audiencia de Granada los días 11, 12 y 13 de febrero.
Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a la tarde del viernes 17 de febrero de 2012, cuando el procesado entró en la vivienda de su vecino Joaquín C.M., de 53 años, "movido por la antipatía" que sentía hacia él, con quien mantenía una "relación conflictiva", y "con ánimo de darle muerte", aprovechando que la puerta estaba abierta y su ausencia.
A continuación, José A.A.G., de 36 años, conociendo la existencia de un cuchillo de campo que su vecino guardaba en un cajón de su mesita de noche, cogió el arma y se escondió en un pequeño habitáculo en el dormitorio, donde esperó a que Joaquín regresara.
Cuando el vecino volvió a su domicilio, el inculpado salió del lugar en el que se escondía y, "de manera sorpresiva y con el fin de causarle muerte", le asestó 16 puñaladas por la espalda, sin que la víctima, que falleció seguidamente por shock hipovolémico, "tuviera posibilidad alguna de defensa". Además, en el momento de la agresión, según el fiscal, Joaquín tenía afectadas sus facultades de atención y reflejos debido a la ingesta de alcohol.
De las 16 puñaladas asestadas, dos fueron mortales de necesidad, ambas en el hemitórax izquierdo. La primera le causó una herida corto-punzante de 5,2 centímetros de longitud que penetró en la cavidad torácica, y la segunda también fue en la misma zona, de 5,5 centímetros. El resto de puñaladas, según considera el Ministerio Público, "fueron innecesarias para acabar con su vida", con lo que objetivo fue causar a la víctima un "sufrimiento desmedido".
El acusado reconoció de forma espontánea ante agentes de la Guardia Civil haber sido el autor de los hechos el mismo día en que el cadáver fue descubierto, con lo que fue inmediatamente detenido. El presunto agresor, a quien el fiscal le atribuye un posible delito de asesinato con ensañamiento y alevosía, está diagnosticado de esquizofrenia crónica de larga evolución, que no consta sin embargo que está acreditada su relación con lo ocurrido. El procesado lleva en prisión provisional desde el 21 de febrero del pasado año.