El técnico valenciano se muestra optimista y tranquilo ante la primera de las dos confrontaciones consecutivas en casa, la segunda será ante el Elche, porque ve a sus jugadores “concienciados” de que el partido de hoy, a pesar de la mala situación del rival, “va a ser complicado”, y por tanto confía en que el ambiente de euforia que se vive en la isla no afectará a sus pupilos.
De todas formas se muestra prudente porque tiene en cuenta que las buenas rachas suelen traer “felicidad e ilusión”, pero también recordó que aparte de la calidad futbolística factores como “la humildad, el compromiso y la fuerza mental son aspectos que hacen que puedas ganar partidos”.
En cuanto al adversario, el entrenador del conjunto chicharrero recalcó que “más allá de que no esté en su mejor momento” el Eibar suele resultar un rival “pesado”, que “acumula mucha gente” en la zona defensiva y que “nos va a poner las cosas muy difíciles”, aseguró.
Por lo demás, y una vez descartada la presencia de Manolo Martínez en la convocatoria para no correr riesgos, el tándem en el eje de la defensa lo volverá a formar el grancanario Pablo Sicilia y Ezequiel Luna.
Por su parte, la acuciante necesidad de puntos, las notables ausencias y la presencia de dos jugadores del equipo filial para completar la convocatoria marcan las horas previas del Eibar ante le difícil misión que le aguarda en el Heliodoro Rodríguez de la isla tinerfeña.
Ni Jon Urzelai ni Roberto Lombraña se han recuperado de sus problemas musculares y de forma definitiva se suman a las ausencias, también por lesión, de Markel Robles y Nacho Insa.
Además, tanto Biel Medina como Raúl García están sancionados y David Acaz, Txiki, ha causado baja por una delicada cuestión personal, de manera que Carlos Pouso tan sólo dispone de 18 hombres de la plantilla en disposición de jugar.