A últimas horas de la tarde de ayer empezaron a registrarse distintos altercados en varios lugares de la ciudad que obligaron a cortar el tráfico. En el entorno de Los Naranjos, por citar sólo un ejemplo, se arrojaron basuras y contenedores a la vía pública, debiendo la Policía Local desviar la circulación en varias de sus arterias principales. En este lugar se concentraron algunos trabajadores de Urbaser. Algo similar ocurrió en las avenidas del entorno del Mopu y San Telmo, que presentaban una imagen ciertamente dantesca con decenas de bolsas de basura arrojadas en la vía pública y contenedores ardiendo.
Hasta las once de la noche, los bomberos habían efectuado hasta 16 salidas relacionadas con quema de contenedores y basuras, localizadas en buena parte de la ciudad. Predominaron en todo caso las intervenciones llevadas a cabo en barriadas de la zona sur como San Telmo, el Mopu o Vistalegre, entre otras; pero también en el polígono de San Benito, Vallesequillo o el parque de La Plata. A
demás, a medida que avanzó la jornada se extendió a través de las redes sociales un mensaje alertando de que a lo largo de la noche arderían todos los contenedores de la ciudad, lo que provocó gran psicosis entre buena parte de la población. El mensaje aconsejaba a su vez no aparcar en las proximidades de los contenedores para que los vehículos no se vieran afectados. La alarma estalló cuando en Twitter comenzaron a circular imágenes de un coche en llamas, aunque la misma había sido extraída de un suceso ocurrido en febrero en Granada.
En la zona del Mopu es donde la tensión llegó a niveles más altos, ya que los incendios registrados en varios contenedores provocaron la intervención de los bomberos, que fueron apedreados por personas que se encontraban en la zona impidiendo que realizaran su labor.
La imagen contrastaba con la de los trabajadores de Urbaser que realizaban a esa hora los servicios mínimos y que se desmarcaban de los altercados registrados. De hecho, en la calle el comentario de muchos testigos apuntaba a que los responsables eran vecinos de la zona, cansados ya de que no se haya puesto solución al problema.
El balance final de la noche deja otra cifra, la de los 49 contenedores que han amanecido calcinados y que han obligado a los bomberos a emplearse intensamente a lo largo de toda la madrugada.
