Once partidos ha disputado Míchel como técnico sevillista fuera del Ramón Sánchez Pizjuán. Su bagaje, cinco derrotas, tres empates y tan sólo tres victorias, o lo que es lo mismo, 12 puntos de 33 disputados. Un escaso 27% de victorias cuando el Sevilla FC se desplaza fuera del entorno de Nervión.
El técnico madrileño se estrenaría precisamente en un desplazamiento, en concreto en Anoeta, donde saldría derrotado por 2-0. Aquello tuvo lugar un 13 de febrero. Tras no puntuar ante los vascos, si es cierto que el Sevilla reaccionó alzándose con tres triunfos en cuatro partidos. Los cosechados ante el Valencia, Racing y Granada, dejando de puntuar únicamente en Gijón.
Aunque tras el contundente 0-3 en tierras nazaríes, el Sevilla de Míchel no celebra un triunfo fuera de casa. Es decir, desde el pasado 26 de marzo no rasca tres puntos lejos de Nervión. Desde entonces, seis partidos han disputado los rojiblancos obteniendo la terrorífica cifra de tres empates y tres derrotas. Así Europa no deja de ser más que una utopía.
Pero, ¡cuidado!, los miedos y pobres resultados fuera de tierras hispalenses viene de más allá. El anterior míster, Marcelino García Toral, disputó diez encuentros lejos del Pizjuán donde consiguió seis empates, tres derrotas y una única victoria. O lo que es lo mismo, 9 puntos de 30 posibles.
Y si tratamos el problema del gol fuera de casa el terror continúa en aumento. El anterior ejercicio sería el tercer equipo menos goleado fuera de su feudo con 22 tantos encajados, que eso está muy pero que muy bien. Pero a la hora de atacar y morder a sus rivales para sumar de tres en tres el atasco es visible, y estadístico. 16 goles celebrados, sólo más que los obtenidos por Granada y los del descendido Villarreal (13).
Marcelino o Míchel, Míchel o Marcelino. Da igual, la realidad es que esta plantilla demuestra sus cualidades y capacidades ante lo único que nunca miente, las cifras (4 triunfos en 21 partidos).