El tiempo en: Alcalá la Real

Sevilla

Diamé convence a todos

El centrocampista, que acaba contrato con el Wigan, es del agrado de Pepe Mel, que lo tuvo en el Rayo, y de la dirección deportiva de Stosic.

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • Mohamed Diamé se reunió en Sevilla con el Betis. -

Mohamed Diamé, a sus 24 años,  está muy cerca de jugar en el equipo para el que estaba predestinado. Porque este atlético medio centro francés que ha cuajado tres buenas campañas en el Wigan Athletic, cuando era muy joven, salió del Lens para jugársela en el Linares de Segunda División B, en la temporada 2007-08. En esa fase de su carrera ya llamó la atención del Betis, que no se atrevió sin embargo a darle ficha del primer equipo, y él se decantó entonces por el Rayo, en Segunda. Allí hizo buen tándem con Pepe Mel, que lo reclama cada vez que puede. Ahora lo tiene muy a tiro.
 

Porque Diamé, pese a que los últimos partidos en la Premier ha jugado más bien poco, entre otras cosas porque no aceptaba la renovación, tiene varias ofertas muy buenas, pero su pareja es de Linares y anda como loco por regresar a Andalucía, más si cabe si es junto a Mel y en un equipo que necesita tanto a un futbolista de su corte muy físico, para complementar a Beñat, quien curiosamente sí aceptó un año más tarde que Diamé irse del Conquense al filial del Betis, triunfando también como se ha podido comprobar, por ejemplo, con su primer partido con la mejor selección española de todos los tiempos.

Diamé no sólo es una aspiración de Pepe Mel. La dirección deportiva del Betis tiene al jugador en alta estima, de hecho se han reunido con él en Sevilla para hacerle llegar los límites económicos en los que se puede mover este Betis en concurso de acreedores. Diamé quiere cuatro millones limpios en tres años. El Betis no llega, pero puede ofrecerle algo más de tiempo, vivir donde quiere él y su pareja y contar con un entrenador que cuenta con él de forma evidente. Es lógico que el jugador apriete, pero está como loco por  llegar a un acuerdo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN