El portavoz del equipo de gobierno provincial, José Torrente (PP), ha informado a los periodistas antes de dar comienzo al pleno de que el seguimiento de la huelga en la institución y en sus centros dependientes ha sido del 28,57 por ciento, por lo que la protesta "no ha tenido el eco" que esperaban las fuerzas sindicales y ha sido un "completo fracaso".
Torrente ha agradecido el "civilizado comportamiento" de los trabajadores de Diputación, "que han entendido que no es el momento de huelga y sí de arrimar el hombro", y ha señalado que "se está respetando" tanto el derecho al trabajo como el derecho a la huelga. En lo que respecta a la ausencia de los diputados provinciales de la oposición, Torrente ha recordado que la fecha de pleno está fijada para todos los últimos jueves del mes, y ha criticado que "falten al respeto de los electores", puesto que son "representantes del pueblo".
Al entrar todos los diputados en el Salón de Plenos, la bancada de IU permanecía vacía y el portavoz del grupo socialista, José Entrena, ha pedido la palabra informando de que los socialistas se iban a sumar a las movilizaciones convocadas y ha lamentado que el presidente de la Diputación, Sebastián Pérez, no haya sido sensible con la petición de aplazamiento que su grupo había formulado. Asimismo ha afirmado que los socialistas entienden que la reforma laboral es "perjudicial para la clase trabajadora", y por ello han decidido abandonar el pleno.
Tras su salida, el presidente de la institución, Sebastián Pérez (PP), ha apuntado que lo que ha ocurrido este jueves en el pleno "es un ejemplo de lo que le espera a Andalucía en los próximos cuatro años" y ha considerado que la alta tasa de paro en la provincia y el hecho de que haya en Granada 60.000 personas bajo el umbral de la pobreza son motivos suficientes como para que los responsables públicos acudan a trabajar. "Unos con la pancarta y nosotros trabajando", ha dicho.
