El dirigente copto sufría desde hace años problemas hepáticos y de espalda de los que ha sido tratado en clínicas de Estados Unidos. Aproximadamente el 10 por ciento de los 85 millones de egipcios profesan la fe copta.
La Iglesia Copta ya ha anunciado un periodo de duelo y que los sermones del funeral comenzarán cuando lleguen a El Cairo todos los obispos de la jerarquía, tanto de Egipto, principal país de implantación de esta rama del cristianismo, como de otros lugares. En el plazo de aproximadamente una semana unos 2.000 religiosos coptos comenzarán el proceso de elección del nuevo Papa.
"Hoy hemos perdido a un gran icono. Su presencia ha sido crucial para repeler las muchas amenazas que se cernían sobre el país", ha declarado el diputado de la Asamblea Popular (Cámara Baja) del Parlamento Amin Eskandar, en declaraciones telefónicas a la cadena Nilo TV.
"Su patriotismo y sus sabias opiniones sobre todas las cuestiones han sido de gran ayuda. Que Dios nos compense por la pérdida de este gran hombre", ha indicado Eskandar.
Shenouda III nació el 3 de agosto de 1923 en Asiut, en el Bajo Nilo, y ocupaba el cargo de máxima responsabilidad copta desde noviembre de 1971. Destacó por sus llamamientos a la calma durante los disturbios entre musulmanes y cristianos después de la revuelta que culminó con el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak. También defendió los derechos del pueblo palestino y estaba considerado como un nacionalista árabe.
En 2001 aseguró que nunca visitaría Jerusalén hasta que pudiera hacerlo con un visado palestino y junto al gran imán de Egipto, Mohamed Sayed Tantawi. "Tenía una gran admiración por la patriótica postura que sostuvo durante su vida", ha explicado un exportavoz de Tantawi, Mohamed Refaa el Tahtawy, en declaraciones a 'Al Ahram'.