En este sentido, las empresas adjudicatarias del Centro de La Raqueta siguen buscando la financiación necesaria para impulsar de forma definitiva las obras. El Ayuntamiento ha establecido un margen de confianza a las empresas con objeto de que las entidades puedan continuar con el proyecto, que se definirá como una infraestructura de carácter eminentemente público.
En relación a la petición del PP de rescindir el contrato con las empresas adjudicatarias, el regidor detalló que la medida no se ajustaría a la legalidad. Y es que las empresas concesionarias cuentan con un plazo máximo 15 años para explotar el inmueble. Todo lo que tarden de más en levantar el centro es un inconveniente negativo para las propias empresas, que cuenta con menos tiempo para “sacarle rentabilidad a la actuación”.
Entre las posibilidades para sacar adelante las instalaciones, la UTE -Trigemer, Concesiona, Cookeita Sport y Club Raqueta Benalmádena- planteó ampliar su accionariado, lo que dará cabida en el proyecto de construcción y de gestión a nuevas empresas especializadas en el sector deportivo. Las empresas asumieron la gestión del inmueble durante un periodo de 15 años, a cambio de financiar las obras tal y como se recoge en el pliego de condiciones del concurso público convocado por el Ayuntamiento de Antequera.
Cuando el complejo deportivo esté finalizado albergará 13 pistas de pádel. La primera piedra de ese complejo de pádel se colocó en marzo de 2007 y las obras de entrada debían durar unos siete meses.
Otras de las obras estancadas en la ciudad del Torcal es el futuro complejo de Educación Integral. De hecho, en este caso, las empresas adjudicatarias, Vera y Edisol, aún no han iniciado las obras por no haber obtenido la financiación necesaria por parte de los bancos.