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Alcalá la Real

SAFA, hacer realidad “aquella locura”

Desde SAFA Alcalá se recuerda la construcción del centro, iniciada a finales de los años cuarenta, dando lugar a una institución que proporcionó oportunidades

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Han pasado ya 85 años de la fundación de las Escuelas Profesionales Sagrada Familia. Sus obras empezaron a finales de los años 40 del siglo pasado comenzándose a construir los actuales edificios de Primaria, parte de las oficinas y las casas de los maestros de la actual calle Sagrada Familia. Aquella SAFA que empezó poniendo la primera piedra de un sistema educativo novedoso y en el que los alumnos tenían la posibilidad de formación integral(humana, religiosa y alimenticia) comienza su andadura en la Calle Fuente Nueva donde gracias a la generosidad de unos bienhechores se pudieron iniciar estas actividades docentes.


La década de los años 40 se pasa con rapidez y ya al inicio de los 50, especialmente en 1952 se inaugura el nuevo conjunto que irá creciendo en sus instalaciones a lo largo de las décadas de los sesenta y setenta. Al principio era un puñado de hombres capitaneados por el maestro Garrido quienes iniciaron una andadura que como dijo un Ministro de la época “Todo esto tenía aire de locura”. Pues bien dicho esto, hemos iniciado la reestructuración del archivo del centro encontrando las fichas de los que estuvieron trabajando en las obras de este centro, cuyas fotos hemos colocado como memoria de agradecimiento a tanto esfuerzo y donaciones para hacer realidad “Aquella locura”.


Papel en la postguerra
Para entender el papel que la SAFA desempeñó en la Postguerra, sirvan estas palabras de Rafael Hinojosa Serrano, sacadas de su conferencia “Madre y maestra, mi Safa peregrina”, pronunciada en 2007. “Yo no digo que aquella Safa fuera mejor ni peor que la de ahora; sólo quiero insistir en aquella Safa del Padre Villoslada, la Safa que se fundó en la postguerra española y redimió, como madre y maestra, a muchos niños andaluces. La Safa que en su himno cantaba aquello de: “Paso a la juventud…”. En la contrasolapa de la Historia de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (Safa, medio siglo de educación popular en Andalucía), se recoge un fragmento de un artículo mío que escribí cuando murió el jesuita P. Villoslada. El texto íntegro fue publicado en Ideal, un día después, el 31-12-85. En uno de sus párrafos, yo decía esto: “Por su implantación geográfica, por su dimensión educativa, por la categoría de su alumnado, por el rigor de su programa de estudios, por todo ello—hoy-cuando la enseñanza ya es patrimonio y derecho de todos, conviene dejar escrito que fue el Padre Villoslada quien, en la Andalucía del hambre, creó una Institución providencial en la posguerra española" .

Sigo pensando lo mismo que hace años. La Safa me permitió estudiar, cosa que hubiera sido imposible en aquellos difíciles tiempos de los años 50, aquellos años…  Me enseñó a aprender muchas cosas de las que algunas—bastantes- todavía considero imprescindibles: el estudio serio y profundo, la necesidad y conveniencia de usar bien el idioma, el coraje del esfuerzo... todo un conjunto de valores que ahora se echan de menos en la enseñanza; la Safa me sembró el gusto y el deseo del saber, hábitos que hicieron de mí alguien que jamás podría haber sido sin ella. Por eso mi gratitud y reconocimiento siempre que tengo un motivo o una oportunidad. Y hoy es un buen día para ello.

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