La alcalaína Marian del Moral, profesora e investigadora del Instituto de Estudios de las Mujeres y de Género de la Universidad de Granada y directora de Filming Lab: el cine según ellas, formó inicialmente parte de la comisión técnica encargada de organizar la próxima gala de los Premios Goya, que tendrá lugar en la capital granadina en febrero de 2025. Para conocer de primera mano la experiencia que supuso formar parte de la comisión y las perspectivas que los premios abren en la ciudad, así como sobre Filming Lab y sobre otros aspectos relacionados con la presencia de la mujer en la industria cinematográfica actual, charlamos con ella.
Sin duda, ha pasado mucho tiempo desde abril de 2023, cuando fuiste incluida en la comisión técnica encargada de la Gala de los Goya 2025. ¿Qué puedes contarnos sobre esta experiencia un año y medio después? Esta pregunta me ha hecho tomar conciencia de que ha pasado realmente mucho tiempo desde que nos convocase el anterior gobierno, con Paco Cuenca como alcalde. Esa primera reunión se caracterizó por la heterogeneidad de instituciones, sectores y personas dedicadas al cine y el audiovisual en Granada. En mi caso, acudía como investigadora (antropóloga del cine) de la Universidad de Granada y directora del Filming Lab (Laboratorio de investigación y creación cinematográfica con enfoque de género). Se pretendía constituir un mapa activo de trabajo que primero, visibilizara las iniciativas ya existentes y segundo, se abriera a las nuevas propuestas y potenciales proyectos a desarrollar en ese año y medio previo a la gala. Indudablemente la excepcionalidad, para la ciudad, respecto a otras galas, era todo el tiempo previo con el que contábamos para crear, diseñar e implementar actividades desde nuestros respectivos centros de trabajo (productoras, administraciones, universidad, etc.) en vinculación siempre con el Ayuntamiento y con la propia Academia de Cine. Llegamos a reunirnos con el presidente Fernando Méndez Leite en una de sus visitas a Granada. Durante casi un año, un subgrupo de trabajo, mantuvimos encuentros frecuentes para acordar estrategias, engendrar acuerdos, sensibilizar al sector empresarial granadino, vincular la investigación y la formación académica con el mundo audiovisual, etc. y en cierto modo, dar forma y aterrizar en la ciudad la labor de esta comisión. Con el cambio de gobierno y ante la incertidumbre de cómo se iba a “adoptar” todo el trabajo ya realizado, caímos en la decepción de un “renombramiento” de comisión en el que sólo algunos de los componentes de la anterior y una nueva recopilación de iniciativas fueron tenidas en cuenta por el consistorio. En esa deriva depurativa, en la que las mujeres no hemos tenido un espacio de representación, es donde continuamos llevando a cabo nuestros proyectos. En mi caso, Filming Lab 3: el cine según ellas (que se celebra desde octubre de 2024 a mayo de 2025) parte, se apoya y se financia desde la Universidad de Granada. Tanto el Vicerrectorado de Extensión Universitaria, Patrimonio y Relaciones Institucionales como el Instituto de Estudios de las Mujeres y de Género han considerado esencial una aportación desde los Estudios de Género y el Feminismo a todo este entramado.
¿Cómo crees que afronta Granada esta gran cita? Ayer mismo asistía al I Foro de reflexión sobre el documental español, con la presencia de más del treinta por ciento de académicos que realizan documental en nuestro país. Estuvieron entre ellas Almudena Carracedo, Paula Palacios, Anna Petrus, Diego Mas Trelles, Robert Bahar, etc. Un espacio muy necesario organizado por José Sánchez Montes, quien tiene una amplia experiencia con la ciudad y el cine, sin lugar a dudas. En las conversaciones y debates surgidos, se subrayó la dificultad cada vez mayor de producir y distribuir cine y más aún documental, en la región andaluza. Ahí Granada, no queda muy bien parada. Bien es cierto, que a lo largo de este año y medio se han dejado ver iniciativas de todo tipo relacionadas con el cine: en el ámbito educativo (institutos y colegios), numerosos festivales y muestras de cine (Festival de Jóvenes Realizadores, Semana de cine e Igualdad de Maracena-Semacig, entre otros), Ciclos especializados de cine y vinculados a los Goya (Cineclub de la Universidad, con Juan de Dios Salas), la labor de la Film in Granada (Diputación de Granada), por mencionar algunas de las que conozco de cerca. No obstante, si te reúnes con alguien del sector audiovisual, siempre emerge la persistente conversación en torno a la falta de una industria audiovisual potente en la provincia y la ciudad; a todo lo que queda aún por mejorar y promover. Granada es una ciudad con muchísimo potencial cinematográfico, no sólo como escenario, que también, sino como promotora del sector.
¿Crees que estos premios Goya están siendo una oportunidad para posicionar Granada y su entorno en la escena cinematográfica española? ¡Sin lugar a dudas! No hay que olvidar que los Premios Goya en gran medida, se crearon para generar ese imaginario glamuroso y de alfombra roja del mundo del cine. Aunque el cine sea en un noventa y tantos por ciento otra cosa (Jejeje). Cuando hablo con colegas cineastas que frecuentan los circuitos de festivales, premios, galas, etc., desde un tiempo a esta parte, siempre surge algo relativo a la futura cita en Granada. Aunque sólo sea la mención constante a la Academia de Cine y los Premios Goya en la ciudad de la Alhambra, bien en titulares de prensa, con su presencia en redes sociales, todo eso ya da una visibilidad y una connotación de la ciudad con la que antes, al menos, no se la identificaba. Hablar de Granada y de cine, aunque sea durante un tiempo, será la conversación o comidilla de famosos, otros públicos, instituciones y personas a muchos niveles. De alguna manera, quedará registrado en la Historia de nuestro cine.
Hablemos de Filming Lab 3. ¿Qué puedes contarnos de esta tercera edición que se extenderá hasta mayo del año que viene? En esta tercera edición, se sigue apostando por la confluencia y colaboración entre cineastas, investigadoras y ciudadanía, con el fin de cuestionar la producción cinematográfica desde un enfoque feminista, de género y decolonial. Contamos con un espacio de investigadoras donde distintas expertas en la materia expondrán trabajos novedosos, críticos y en formatos diversos, desde varias universidades españolas. Además, acogemos 9 laboratorios de creación y experimentación entorno al sonido, la fotografía, el guión, los subtítulos, y otros muchos elementos constitutivos de la producción cinematográfica, que se someterán a un proceso creativo vivencial y reflexivo entre cineastas y artistas. Ahí tendremos la oportunidad de crear con la compositora de cine Paloma Peñarrubia, la directora de fotografía Ana Cayuela, entre muchas otras. Y por último, pero no menos relevante, una conversación con las cineastas Iciar Bollain, Rocio Mesa (socia de AAMMA) y dos más, ganadoras de Goya (que por motivos de agenda, aún estamos pendientes de confirmar). Este año colaboran con nosotras espacios artísticos granadinos como La Raíz Lab, Escuela Social de FotograSa-La Ampliadora y el Botánico.
¿Crees que se está “progresando adecuadamente” en el terreno de igualación de la presencia de la mujer en los últimos años dentro de la industria cinematográfica española? ¡Ay! la eterna lucha por la igualdad con sus múltiples niveles, desde lo más estructural, legislativo, ideológico, etc. hasta la misma cotidianeidad y agencia de las mujeres. Habría tantas capas que analizar y replantear. En el ámbito cinematográfico y artístico, sin duda, ha habido cambios sustanciales en las últimas décadas. Asociaciones como CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales), AMMA (en Andalucía), con sus representantes, mujeres batalladoras, han logrado contrarrestar y arremeter contra la desigualdad registrada en la propia Ley del cine y la cultura audiovisual en España. Han promovido políticas de cuotas, permanecen vigías ante la presencia de mujeres cineastas en Festivales, en el acceso a la financiación, en la toma de decisiones, etc. Por otra parte, no tenemos más que ver y leer sobre los nuevos casos que se están haciendo públicos acerca de los abusos sexuales y de poder en el mundo artístico, un pequeño MeeToo ha emergido en España, al eco de una lucha internacional por denunciar las tantas desigualdades que vivimos las mujeres. No obstante y aunque toda esta proyección nos lleve a pensar que las mujeres ya estamos ahí, horizontalmente con los hombres (si cabe un análisis tan dicotómico y bipolar), las cifras demuestran que aún faltan muchos empujones para emerger en un mundo de “igual a igual”, no sólo en términos de género, sino raciales, de clase, étnicos, sexuales, etc. El último informe CIMA 2023. La representación de las mujeres del sector cinematográfico del largometraje español revela que aunque la brecha sigue cerrándose, nos encontramos ante un sector todavía masculinizado con un 62% de hombres frente a un 38% de mujeres. Puedo poner el ejemplo de Filming Lab. Este es sólo un granito de arena en la lucha por diversificar y enriquecer el caleidoscopio en las formas de ver, sentir, concebir, construir y difundir el cine. Urge superar lo que Adriana Cavarero (1991) denominaba el “masculino/ macho-neutro” sobre el que se construye el pensamiento filosófico occidental y por supuesto, todo concepto y teoría cinematográfica, quedando el hombre como lo universal y general, en contraposición a la mujer como algo particular y periférico. En gran parte, siento contradicción en esto, pues por un lado, me enorgullece pensar que Filming Lab está casi totalmente basado en la apuesta y tesón de mujeres con distintos puestos decisivos, algo que al mismo tiempo, me apena, pues la ausencia de prioridad o familiaridad con la lucha por parte de muchos hombres no hace más que reflejar que la batalla, sigue siendo eminentemente nuestra, de las mujeres.
¿Qué asignaturas pendientes destacarías en este sentido? Aquí habría que sacar un máster en igualdad (jejeje). Serían muchas las asignaturas y desde muy diversos ámbitos. La ideología patriarcal se enraíza y ramifica por todos los vericuetos y espacios de nuestra sociedad. En el ámbito que nos incumbe, haría falta un ejercicio a gran escala de auto-reflexión y auto-crítica por parte de los hombres cineastas y profesionales del cine, también investigadores, para ser conscientes, al menos, de los privilegios que tienen por serlo. A partir de ahí, una gran formación en lo que significa feminismo y estudios de género con enfoque decolonial (que tiene que ver también con nuestra posición occidentalocéntrica con respecto al mundo y otras culturas). Eso sería un camino a recorrer durante décadas y por supuesto, con altas dosis de humildad y empatía. Aunque me involucro de lleno en detonar pequeños cambios y transformaciones (sobre todo entre personas con las que coincido y en tanto que investigadora feminista), a veces, pierdo la esperanza de una sociedad en la que impere la igualdad, de una industria de cine en la que no haya que diferenciar entre cine de mujeres y de hombres, sino que todo se aprecie desde un mismo nivel. Me quedo con pequeñas batallas ganadas e iniciativas que para quienes estamos implicadas en esto vienen a ser como sorbos dulces. Ayer escuchaba a la directora creativa de Docs Barcelona, Anna Petrus, quien nos contaba que cuentan con ciertos protocolos para considerar la igualdad de género y la diversidad étnico-racial en la programación del Festival. O por ejemplo, guías de buenas prácticas en torno a la igualdad y la diversidad de espacios y asociaciones de gran calado, como Dones Visuals o CIMA. Sin olvidar que se están implantando roles en la industria tan interesantes y necesarios como la coordinación de intimidad.
Para terminar, y volviendo a los Goya, si tuvieras que darnos algunas pinceladas sobre cómo va a ser esta 39º edición de los premios, ¿qué nos dirías? Ufff, pues si te digo la verdad, no tengo ni idea de cómo va a derivar todo. Creo que se irán dando detalles a lo largo de estos meses previos. Todavía no sabemos ni las nominaciones. Hasta ahora y en mi caso, a no ser que indague, solo podría, por un lado, hacer alusión al lugar donde se celebrará la gala, que ya todos conocemos: el Palacio de Congresos y por otro lado, hacer un ejercicio prospectivo e imaginativo donde visualicemos un Goya Internacional en algún rincón de la Alhambra, una alfombra roja bajando por el paseo del salón, hoteles y calles transitados por artistas y cineastas conocidos y una ciudad volcada con este gran evento.