Yáñez-Barnuevo informó de que la UE y España han activado mecanismos de coordinación interna, previsión y análisis para que, “llegado el caso”, se pueda reaccionar de la forma más diligente y eficaz posibles y no estar “desprevenidos”.
A su juicio, las rebeliones en el Magreb y en Oriente Próximo tienen una “trascendencia histórica” y abren una ventana de esperanza para que la democracia se pueda instaurar en esta región.
Hizo hincapié en los “posibles obstáculos y dificultades”.