robar en el metro de Barcelona y en zonas turísticas de la ciudad.
El inspector Jordi Ollé, jefe del Área Central de Crimen Organizado de los Mossos d'Esquadra, ha informado hoy en rueda de prensa en Barcelona de que la mayoría de las menores explotadas eran captadas en Bosnia y tenían lazos familiares con los jefes del grupo criminal, que también actuaban en la ciudad de París.
De hecho, la investigación se ha desarrollado conjuntamente con las policías francesa, italiana y belga, con las que los mossos han trabajado en los últimos meses.
Los responsables del grupo desarticulado obligaban a sus víctimas a delinquir, la mayoría de las veces cometiendo hurtos, bajo la amenaza de agresiones físicas y palizas.