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Vejer

Surferos y una cadena humana salvan a varias personas atrapadas por la corriente

Los hechos ocurrieron este miércoles en la conocida playa Lobo de El Palmar (Vejer) cuando un grupo de personas entró en pánico al no poder volver a la orilla

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La actuación de dos surferos y de un numeroso grupo de bañistas que organizaron una enorme cadena humana, evitó que se produjese una tragedia en la Playa de El Palmar este pasado miércoles al mediodía en la que hasta ocho personas habían quedado atrapadas por las fuertes corrientes, impidiéndoles regresar a la orilla.

Los hechos ocurrieron sobre las 13.30 horas en la conocida playa Lobo de El Palmar. A dicha zona suelen acudir los surfistas debido a las olas que allí se crean. En un momento dado, un grupo de ocho personas, entre niños y mayores, comienza a pedir auxilio al verse arrastrado mar adentro por las fuertes corrientes, lo que les imposibilitaba salir del agua. La situación fue agravándose porque el nerviosismo se apoderó del grupo, aunque la rápida actuación de los surferos, entre ellos el vasco Unai Vegas Quirós, profesor de surf residente en Vejer (club de surf ekiloresurf) y Mario Sebastián Amorós, surfista alicantino usuario de estas playas. 

Unai Vegas Quirós y Mario Sebastián  Amorós (izquierda)

 

Ambos lograron llegar hasta el grupo de personas para tranquilizarlas, evitar que entrase en pánico y ayudarlo mediante el uso de sus tablas para que alcanzaran la cadena humana que también se formó espontáneamente desde la orilla hasta la zona más cercana al mismo. Tres socorristas también participaron en las labores de rescate aunque uno de ellos, según los testigos, quedó igualmente atrapado por la corriente.

Al respecto, usuarios de la playa lamentan la tardanza en la actuación de la lancha de Salvamento Marítimo, así como en los recursos de socorrismo y seguridad para una playa de ocho kilómetros de costa y con miles de usuarios. Eso sí, estos mismos testigos dejan claro que sus críticas no van contra el personal, sino contra la falta de medios.

Finalmente todo quedó en un enorme susto y no hubo que lamentar ningún ahogamiento.

 

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