En este sentido, apuntó a que la primera “gran preocupación” es el desempleo, después de que Jerez se aproxime a la barrera de los 30.000 y haya sido de las pocas ciudades del país que en junio ha registrado una subida de los datos del desempleo. Ante este contexto, Arenas tiene claro que la crisis “permanente” que vive la ciudad no es sólo económica y política, sino también institucional, remitiéndose para ello a la reciente dimisión en bloque del Consejo Económico Social (CES), lo cual calificó como “insólito” y prácticamente “sin precedentes” en Andalucía y el resto del país. Una situación que espera combatir con un programa de gobierno para el futuro que, como anunció ayer, coordinará él mismo junto con García-Pelayo, y en el que trabajarán a las órdenes de tres premisas fundamentales: la austeridad, en la que plantearán sacrificios “no para los ciudadanos sino para el gobierno”, la congelación fiscal y la reducción del gasto público, de la que estaría exenta las áreas educativas, sanidad y los servicios sociales.
De igual manera, el presidente del PP-A, consideró “grave” que en los tres años de legislatura del PSOE en Jerez se haya hablado “en un 90 por ciento” más de la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, y de los problemas internos de su partido y sus pleitos judiciales que de la ciudad. En este sentido, admitió que en las últimas semanas está siguiendo las causas judiciales abiertas contra la regidora socialista sobre el Parque Tecnológico Industrial y el caso de los asesores y aseguró que estas circunstancias “pasaron hacen mucho tiempo con la alcaldesa de Marbella” antes de generarse una crisis “extraordinaria” en la localidad malagueña.
Solidario con la plantilla municipal
Arenas mostró ayer su solidaridad con la plantilla y dejó claro que su partido no es “enemigo” del PSOE sino de la crisis y se refirió a la necesidad de recurrir a créditos extraordinarios.