CCOO considera “inexplicable que habiendo sido Unicaja la entidad mayoritaria en la integración, se hayan impuesto las formas de hacer de la extinta Liberbank” que consideran que “se demostraron fallidas y que obligaron a esta entidad a integrarse en Unicaja Banco”.
El sindicato señaló este lunes en un comunicado que “en el actual clima de volatilidad de los mercados, urge conseguir una dirección cohesionada y un gobierno estable que apuesten de forma decidida por un modelo de relaciones laborales que permita alcanzar acuerdos entre empresa y sindicatos y evite el conflicto laboral al que nos vemos abocados de continuar el viejo modelo de dirección unilateral y autoritario de Liberbank que se ha implantado en Unicaja”.
Así las cosas, Maribel Casquet, secretaria de la Sección Sindical de CCOO en Unicaja anunció que intervendrá en la Junta General de Accionistas del próximo 30 de marzo, que se celebrará en Málaga, para reclamar “garantías de control y compromiso social” por parte de la entidad con “la clientela, el territorio y con su propia plantilla” que considera “pilares fundamentales de la entidad”.
En este sentido, reclamará que se reconduzca lo que llama la ‘liberbankarización’ del modelo de negocio y de las relaciones laborales que “estamos viviendo y que está siendo altamente perjudicial para los trabajadores y trabajadoras y para el propio negocio”.
Ante lo que considera “crisis de gobernanza que tanto daña a nuestra reputación corporativa”, votará en contra en la ratificación de los consejeros independientes y a favor de los dominicales propuestos por la Fundación Unicaja”, porque “no se trata de entablar un pulso entre los territorios de origen, sino de elegir entre dos modelos de gobierno y dirección muy distintos: entre la profesionalidad o la deriva corporativa; entre la certidumbre y una forma de hacer que nos ha permitido sortear las crisis del pasado y alcanzar acuerdos laborales que benefician a la empresa y a su plantilla o la incertidumbre y el autoritarismo que provoca un clima laboral tóxico que aboca al conflicto laboral continuo, que está pasando una altísima factura a la salud de los trabajadores y trabajadoras de Unicaja y que, con la actual volatilidad del mercado, puede darle muchos quebraderos de cabeza a la propia entidad”.
Igualmente, votará en contra de la política retributiva del Consejo de Administración, toda vez que “la remuneración máxima de ésta supone 21 veces la remuneración media de los trabajadores y trabajadoras de Unicaja Banco, principales artífices de los magníficos beneficios obtenidos en el ejercicio anterior y para los que reclamamos una remuneración adicional justa y proporcional al esfuerzo realizado, una rebaja de los tipos de interés de los préstamos de empleados/as, la puesta en marcha de un pacto de renovación intergeneracional que posibilite la contratación de personas jóvenes que aporten su savia nueva al negocio de las zonas más envejecidas del territorio nacional, y una negociación real del Modelo de Distribución Objetivo que ha cambiado de manera radical la fisonomía de la red comercial, ha dejado las oficinas bajo mínimo de personal, ha introducido un plus de incertidumbre en las condiciones laborales de la plantilla y una zozobra comercial altamente perjudicial para ésta y para la propia entidad”.